Page 15 - Artículos de Opinión en ECONOMIA de MALLORCA del ULTIMA HORA 2003-2004
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Y TÚ, ...¿DE QUIÉN ERES?. Me hacen esta pregunta, en términos algo menos delicados, a raíz de mi anterior artículo. Me sorprende a estas alturas la pasión (la sincera, no pagada ni agradecida) que invierte cierto tipo de personas en la defensa de aquellos con quienes se identifica, y a quienes atribuye valores no sólo políticos y de gestión, sino incluso éticos y carismáticos. Me hace recordar los tiempos remotos de las dos Españas, o el más próximo de ¿Todos? contra el franquismo. Pero si ya en la transición había bastantes más bandos que dos, y con muy diversos grados de compromiso, hoy, después de veinticinco años de monarquía constitucional, la vísceralidad polarizada en las opiniones sociales y económicas ha perdido gas, relegándose a colectivos automarginados y enganchados a seudoutopías con copyright y coche oficial. Como en el anuncio del que tomo el título, se trata de una elección sin opciones entre refrescos de frutas de la misma marca, no ya entre marcas distintas, ni frente a bebidas más espiritosas. Volviendo a la pregunta; en mi juventud prefería el limón, pero con la edad he ido desplazando mis preferencias a la naranja, lo que en términos cromático-simbólicos es una transición inversa a la que va del rojo al amarillo. Sinceramente, hay que llevar unas enormes anteojeras para dejarse arrastrar por gente que presume de rebelde a lo Emiliano Zapata, predicando y amenazando (aquí si cumplen) desde el despacho y con los modales de Porfirio Díaz. Para mentalidades simplistas está claro que, sí despotrico de unos, es porque simpatizo con los otros. Pues no, en materia de prevención de riesgos laborales y conocidos ambos; tanto monta, monta tanto, Carmen como Fernando. ¡Acabáramos ¡... soy un nihilista pequeño-burgués que da argumentos a todo tipo de arribistas, que en esta materia pretenden, nadando entre dos aguas, siendo amigos de todos y de ninguno, arramblar con un puesto (de funcionario pero ...) antes de tener el oficio. Pues tampoco, la dignidad y la profesionalidad de los prevencionistas no está representada por quienes no dudan en rendir indiscriminada pleitesía como dóciles