No, debe tomarse directamente, pues ya

ha sido sometida a una higienización por la

industria, además de esta forma conserva

mejor los nutrientes.

Al comprar estos alimentos, es necesario

leer cuidadosamente el etiquetado que nos

facilita información sobre: composición de

los mismos (descremados, por ejemplo),

tiempo de conservación máxima, fecha de

caducidad, normas de conservación a nivel

doméstico, etc.

Entre los derivados lácteos destacan por su

importancia los quesos y yogures, que

deben prepararse siempre a partir de

leches higienizadas. El queso fresco hecho

con leche no higienizada implica el riesgo

de transmisión de la fiebre de Malta.

Muchas son las clasificaciones de los

quesos, pero a efectos de posibles riesgos

sanitarios son: frescos (de consumo

inmediato), semicurados y curados.

La presentación correcta de los mismos es

en vitrina protectora refrigerada.