g. 1. Octava letra del abecedario español y séptima del orden latino universal. Su nombre es femenino: (la) ge, pronunciado [jé]; su plural es ges [jés].
2. Con esta letra pueden representarse en la escritura dos sonidos consonánticos distintos:
2.1. Cuando la letra g precede a las vocales a, o, u (gato, agorero, guante), va en posición final de sílaba (dogma, ignorar) o agrupada con otra consonante (glacial, gnomo, gritar), representa el sonido velar sonoro /g/. Este mismo sonido lo representa también el dígrafo gu ante las vocales e, i. En este caso, la u no se pronuncia: [gérra] por guerra, [agijón] por aguijón. Ante estas mismas vocales, cuando la g y la u no forman dígrafo y tiene cada una sonido independiente, la u debe escribirse con diéresis (® diéresis): desagüe, pingüino, lingüística.
2.1.1. Se suele pronunciar un leve sonido consonántico cercano a una /g/ delante de los diptongos /ua/, /ue/, /ui/ cuando estos se escriben con h antepuesta, esto es, cuando van en posición inicial o en posición interior a comienzo de sílaba: [guáka, guéso, guébo, guíra, aguáte, pariguéla, desguesár] por huaca, hueso, huevo, huira, ahuate, parihuela, deshuesar. Esta pronunciación ha quedado a veces fijada en la escritura, y así, algunas palabras que comienzan por hua-, hue- o hui- pueden escribirse también con gua-, güe- y güi-, respectivamente (® h, 3).
2.1.2. Debe evitarse en la pronunciación la sustitución de /g/ por /b/: *[abúja, abujéro] por aguja, agujero. También debe evitarse pronunciar la /g/ como /j/ o como /z/, lo que algunos hablantes hacen cuando este sonido va en posición final de sílaba: *[ijnoránte, iznoránte] por ignorante.
2.1.3. El sonido /g/ en posición final de
palabra aparece solo en palabras de origen extranjero como gong, ring, iceberg, etc., y
en voces de carácter onomatopéyico como zigzag. Algunas palabras,
generalmente cultismos de origen griego, presentan la letra g
en posición inicial seguida de una n. Debido a la dificultad de articulación
de este grupo consonántico a comienzo de palabra, la g no suele pronunciarse, por
lo que en la mayoría de estas voces se admite también su escritura sin la g
inicial: gneis
/ neis y su derivado gnéisico / néisico; gnetáceo / netáceo; gnómico /
nómico; gnomo / nomo; gnomon / nomon y sus derivados gnomónica /
nomónica y gnomónico / nomónico; gnóstico / nóstico y
su derivado gnosticismo
/ nosticismo. Aunque ambas formas son admisibles, la norma culta
prefiere la grafía con g. Solo el término filosófico gnosis,
y sus derivados gnoseología y gnoseológico, no admiten su escritura sin g-.
2.2. Cuando la g precede a las vocales e, i (gente, regir) representa el sonido velar fricativo sordo /j/. Esta pronunciación es la normal en los dialectos del centro, este y norte de España, y en varias regiones de Hispanoamérica. Pero en los dialectos meridionales peninsulares, en Canarias y en amplias zonas de Hispanoamérica existe una tendencia generalizada a la aspiración de este sonido: [hitáno, eskohér] por gitano, escoger.
2.2.1. El sonido
/j/ se representa también en la escritura por la letra j ante cualquier vocal o en
posición final de palabra (®
j) y, en algunos nombres propios y en sus derivados, por la grafía arcaica x
(® x, 3 y
4).