¿Qué está pasando en
la empresa y en la sociedad?
Hay que definir el perfil de agresores y cómplices.
El acoso en el trabajo:
Cómo se convierte un problema social en patología individual.
Retroceder desde las consecuencias – víctimas – hasta el origen: corregir y
prevenir.
Mecanismos de socialización del problema : portavoces oficiales y paladines
oficiosos.
Ayuda y autoayuda para los agredidos: Hablar dentro del círculo de víctimas
y hablar a los otros.
Relación emocional y relación objetivo del proceso de acoso.
¿Qué pueden o qué deben hacer los técnicos?
Hacer visibles los riesgos psicosociales presentes.
Proponer medidas preventivas.
El acoso en el trabajo, también conocido como mobbing, se refiere a
comportamientos hostiles y sistemáticos hacia una persona en su lugar
laboral, con la intención de humillarla, aislarla o forzarla a abandonar su
puesto. Este acoso tiene otras manifestaciones, como el acoso sexual o
étnico, y se deriva de dinámicas de poder desiguales en las organizaciones.
El mobbing implica actitudes como críticas
constantes, exclusión social, difusión de rumores o asignación de tareas
degradantes. Estas conductas, aunque a menudo invisibles o normalizadas,
pueden tener consecuencias devastadoras para las víctimas, como estrés,
ansiedad, depresión y problemas de salud física.
El acoso sexual en el trabajo ocurre cuando
alguien utiliza su posición de poder para forzar interacciones no deseadas
de naturaleza sexual. Esto puede incluir comentarios inapropiados,
insinuaciones o incluso tocamientos, y es un problema que afecta
desproporcionadamente a mujeres, aunque también puede ocurrirle a hombres.
El acoso étnico, por su parte, se basa en la
discriminación hacia una persona debido a su origen, color de piel o
cultura. Puede expresarse en burlas, estereotipos o trato desigual que
afecta la autoestima y la dignidad de la víctima.
Para abordar estos problemas, es necesario identificar tanto a los agresores
como a los cómplices que perpetúan estas dinámicas, ya sea por acción
directa o por omisión. También es crucial diferenciar entre las reacciones
emocionales de las víctimas y las pruebas objetivas para construir una
solución justa en la empresa y en la sociedad.
Los técnicos en prevención de riesgos laborales tienen un papel clave.
Su misión es visibilizar los riesgos psicosociales en el entorno laboral,
implementar protocolos de prevención y fomentar un ambiente de respeto e
inclusión.
Las medidas preventivas pueden incluir talleres de sensibilización, canales
confidenciales para denuncias y una política organizacional clara contra el
acoso.
Es fundamental promover la ayuda y autoayuda entre las víctimas, creando
redes de apoyo y espacios seguros donde puedan expresar sus experiencias. Al
hablar y reconocer el problema, se puede avanzar hacia soluciones que
contribuyan al bienestar de todos los trabajadores.
Texto ChatGPT |