6.7.3.15.3
El control y la prueba inicial de una cisterna portátil deberán comprender una verificación de
las características del diseño, un examen interior y exterior de la cisterna portátil y de sus
órganos teniendo en cuenta los gases licuados no refrigerados que deban ser transportados y
una prueba de presión utilizando las presiones de prueba de conformidad con 6.7.3.3.2. La
prueba de presión podrá ejecutarse bajo la forma de una prueba hidráulica o bien utilizando
otro líquido u otro gas con la aprobación de la autoridad competente o del organismo
designado por ella. Antes de poner en servicio la cisterna portátil, será necesario proceder a
una prueba de estanqueidad y al control del buen funcionamiento de todo el equipo de
servicio. Si el depósito y sus órganos se han sometido por separado a una prueba de presión,
deberán someterse conjuntamente después del montaje a una prueba de estanqueidad. Todas
las soldaduras sometidas a esfuerzos máximos deberán ser objeto, durante la prueba inicial, a
un control no destructivo por radiografía, ultrasonidos u otro método apropiado. Esto no
tendrá aplicación a la envoltura.
6.7.3.15.4
El control y la prueba periódica cada cinco años deberán comprender un examen interior y
exterior así como, por regla general, una prueba de presión hidráulica. Las envolturas de
protección, de aislamiento térmico u otras no deberán retirarse más que en la medida en que
esto sea indispensable para una apreciación segura del estado de la cisterna portátil. Si el
depósito y sus equipos se han sometido por separado a una prueba de presión, deberán
someterse conjuntamente después del montaje a una prueba de estanqueidad.
6.7.3.15.5
El control y la prueba periódica intermedia a intervalos de dos años y medio deberán cubrir
al menos un examen interior y exterior de la cisterna portátil y de sus órganos teniendo en
cuenta los gases licuados no refrigerados que deberán transportarse, una prueba de
estanqueidad y una verificación del buen funcionamiento de todo el equipo de servicio. Las
envolturas de protección, de aislamiento térmico u otras no deberán retirarse más que en la
medida en que esto sea indispensable para una apreciación segura del estado de la cisterna
portátil. Para las cisternas portátiles destinadas al transporte de un sólo gas licuado no
refrigerado, el examen interior a intervalos de dos años y medio podrá omitirse o sustituirse
por otros métodos de ensayo o procedimientos de control especificados por la autoridad
competente o el organismo designado por ella.
6.7.3.15.6
Las cisternas portátiles no podrán ser llenadas y dedicadas al transporte después de la fecha
de caducidad de los últimos controles y pruebas periódicas a intervalos de cinco años o de
dos años y medio dispuestos en 6.7.3.15.2. Sin embargo, las cisternas portátiles llenadas
antes de la fecha de caducidad de la validez del último control y prueba periódica, podrán
transportarse durante un período no superior a tres meses a partir de dicha fecha. Además,
podrán transportarse después de esta fecha:
a)
después del vaciado pero antes de la limpieza, para ser sometidas a la prueba siguiente
o al próximo control antes de llenarlas de nuevo y
b)
salvo si la autoridad competente dispone otra cosa, durante un período que no
sobrepase en seis meses dicha fecha, cuando las cisternas contengan materias
peligrosas devueltas con objeto de proceder a su eliminación o reciclaje. La carta de
porte deberá tener en cuenta esta exención.
6.7.3.15.7
El control y la prueba excepcional serán obligatorios si la cisterna portátil presenta síntomas
de daños o de corrosión, o de fugas u otros defectos que indiquen una deficiencia susceptible
de poner en peligro la integridad de la cisterna portátil. La amplitud del control y de la
prueba excepcional dependerá del grado del daño o deterioro de la cisterna portátil. Deberán
englobar al menos el control y la prueba efectuados a intervalos de dos años y medio de
conformidad con 6.7.3.15.5.
6.7.3.15.8
El examen interior y exterior deberá asegurar que:
a)
el depósito se inspecciona para determinar la presencia de agujeros de corrosión o de
abrasión, marcas de golpes, deformaciones, defectos de soldaduras y cualquier otro
defecto, incluidas las fugas, susceptible de hacer que la cisterna portátil no sea segura
durante el transporte;
b)
las tuberías, válvulas y juntas de estanqueidad se inspeccionan para detectar síntomas
de corrosión, fallos y otros defectos, incluidas las fugas, susceptibles de hacer que la
cisterna portátil no sea segura durante el llenado, el vaciado y el transporte;
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