Es el procedimiento de aplicar una capa de
zinc a un material de
acero para que sea resistente a la corrosión. Para ello el metal debe ser tratado y
preparado mediante una serie de procesos previos.
El galvanizado final se realiza por inmersión en caliente, o mediante electrogalvanizado
en frío.
RIESGOS
- Inhalación de humos de óxido de zinc que causa la llamada "fiebre de los
fundidores, o
fiebre de los metales".
- Según las impurezas del zinc, también pueden desprenderse humos de:
plomo,
antimonio,
y cadmio.
- Uso de fundentes (cloruro amónico) y de soluciones ácidas calientes que son irritantes
de las vías respiratorias.
- Riesgo de accidentes: quemaduras, salpicaduras, ... (por metales fundidos, ácidos,...),
por lo que se recomienda asociar materiales y pendas de protección al respecto (pantallas
faciales, delantales, gafas, calzado específico,...)
PREVENCIÓN
Se usan métodos controlados de la temperatura que reducen la emisiones de humos.
- Por lo tanto, es importante el uso de sistemas de ventilación y extracción de humos,
vapores y polvos.
- Los controles médicos deben incluir análisis especiales de sangre y orina para
detectar los correspondientes efectos del riesgo tóxico.
- Disponer de instalaciones sanitarias y de higiene personal (vestuarios, con
duchas,
...).