E 104
Amarillo de quinoleína
Este colorante es una mezcla de varias sustancias químicas muy semejantes entre sí.
Se utiliza en bebidas refrescantes con color de "naranja", en bebidas
alcohólicas, y en la elaboración de productos de repostería, conservas vegetales,
derivados cárnicos, helados, etc.
El amarillo de quinoleína es un colorante que se absorbe poco en el aparato digestivo,
eliminándose directamente.
Aunque no existen datos que indiquen eventuales efectos nocivos a las concentraciones
utilizadas en los alimentos, no está autorizado como aditivo alimentario en Estados
Unidos, Canadá y Japón, entre otros países.
E 120 Cochinilla, ácido carmínico
El ácido carmínico, una substancia química compleja, se encuentra presente en las
hembras con crías de ciertos insectos de la familia Coccidae , parásitos de algunas
especies de cactus.
Durante el siglo pasado, el principal centro de producción fueron las Islas Canarias,
pero actualmente se obtiene principalmente en Perú y en otros países americanos.
Los insectos que producen esta substancia son muy pequeños, hasta tal punto que hacen
falta unos 100.000 para obtener 1 Kg de producto, pero son muy ricos en colorante,
alcanzando hasta el 20% de su peso seco.
El colorante se forma en realidad al unirse la substancia extraída con agua caliente de
los insectos, que por si misma no tiene color, con un metal como el aluminio, o el calcio
y para algunas aplicaciones (bebidas especialmente) con el amoniaco.
Es probablemente el colorante con mejores características tecnológicas de entre los
naturales, pero se utiliza cada vez menos debido a su alto precio.
Confiere a los alimentos a los que se añade un color rojo muy agradable, utilizándose en
conservas vegetales y mermeladas (hasta 100 mg/kg), helados, productos cárnicos y
lácteos, como el yogur y el queso fresco (20 mg/Kg de producto)y bebidas, tanto
alcohólicas como no alcohólicas.
No se conocen efectos adversos para la salud producidos por este colorante.
E 110 Amarillo anaranjado S, amarillo ocaso FCF
Se utiliza para colorear refrescos de naranja, helados, caramelos, productos para
aperitivo, postres, etc.
Sus límites legales de utilización en España son en general iguales o menores a los del
E-102, con excepciones como las conservas vegetales, en las que no está autorizado.
En 1984 se acusó a este colorante de cancerígeno, aunque esta afirmación no llegara a
demostrarse.
También se le ha acusado, como a todos los colorantes azoicos, de provocar alergias y
trastornos en el comportamiento en niños
E 122 Azorrubina
Este colorante se utiliza para conseguir el color a frambuesa en caramelos, helados,
postres, etc.
Su uso no está autorizado en los países Nórdicos, Estados Unidos y Japón.
Prácticamente no se absorbe en el intestino.
E 123 Amaranto
Este colorante rojo se ha utilizado como aditivo alimentario desde principios de siglo.
Sin embargo, a partir de 1970 se cuestionó la seguridad de su empleo.
En primer lugar, dos grupos de investigadores rusos publicaron que esta sustancia era
capaz de producir en animales de experimentación tanto cáncer como defectos en los
embriones.
Esto dio lugar a la realización de diversos estudios en Estados Unidos que llegaron a
resultados contradictorios; sin embargo, si que quedó claro que uno de los productos de
la descomposición de este colorante por las bacterias intestinales era capaz de atravesar
en cierta proporción la placenta.
Por otra parte, también se ha indicado que este colorante es capaz de producir
alteraciones en los cromosomas.
Aunque no se pudieron confirmar fehacientemente los riesgos del amaranto, la
administración estadounidense, al no considerarlo tampoco plenamente seguro, lo prohibió
en 1976.
En la CE está aceptado su uso, pero algunos países como Francia e Italia lo han
prohibido de hecho al limitar su autorización únicamente a los sucedáneos de caviar,
aplicación para la que no es especialmente útil y en la que suele usarse el rojo
cochinilla A (E-124).
En general, su uso tiende a limitarse en todos los países.
En España, por ejemplo, se ha ido retirado su autorización para colorear diferentes
alimentos como los helados o las salsas según se han ido publicando normas nuevas.
Tampoco puede utilizarse en conservas vegetales, mermeladas o conservas de pescado.
La tendencia parece ser en todo caso la de irlo eliminando progresivamente de la listas
autorizadas para cada alimento, de tal modo que finalmente, aunque esté autorizado
genéricamente, no pueda utilizarse en la realidad.
E 124 Rojo cochinilla A, Ponceau 4R
A pesar de la semejanza de nombres, no tiene ninguna relación (aparte del color) con
la cochinilla (E-120) Se utiliza para dar color de "fresa" a los caramelos y
productos de pastelería, helados, etc.
y también en sucedáneos de caviar y derivados cárnicos (en el chorizo, por ejemplo, sin
demasiada justificación, al menos en España, sustituyendo en todo o en parte al
pimentón).
Desde 1976 no se utiliza en Estados Unidos.
Se ha discutido su posible efecto cancerígeno en experimentos realizados con hamsters
(los resultados son claramente negativos en ratas y ratones).
Los resultados, confusos, podrían ser debidos a la presencia de impurezas en las muestras
del colorante utilizadas en el test.
E 127 Eritrosina
Una característica peculiar de este colorante es la de incluir en su molécula 4
átomos de yodo, lo que hace que este elemento represente más de la mitad de su peso
total.
Es el colorante más popular en los postres lácteos con aroma de fresa.
En España se utiliza en yogures aromatizados, en mermeladas, especialmente en la de
fresa, en caramelos, derivados cárnicos, patés de atún o de salmón, y en algunas otras
aplicaciones.
Aunque se le ha acusado, sin pruebas, de ser un compuesto cancerígeno, el principal
riesgo sanitario de su utilización es su acción sobre el tiroides, debido a su alto
contenido en yodo.
Aunque en su forma original se absorbe muy poco, no se conoce bien hasta qué punto el
metabolismo de las bacterias intestinales puede producir su descomposición, originando
substancias más sencillas, o yodo libre, que sean más fácilmente absorbibles.
En esta línea se va tendiendo a limitar algunas de sus aplicaciones, especialmente las
dirigidas al público infantil.
En España, por ejemplo, no está autorizado para la fabricación de helados.
A pesar de ello, con las limitaciones de la legislación española, la dosis diaria
admisible puede sobrepasarse sin demasiadas dificultades.
Ello no quiere decir que en realidad se sobrepase, ya que los fabricantes suelen añadir
menor cantidad de la permitida, entre otras razones porque este producto no es
precisamente barato, y por que un color demasiado intenso no resulta atractivo.