RUIDO
- Ruido.
Prevención
- Los trabajadores sometidos a ruido de cualquier origen, durante
su trabajo, deben controlar su audición, desde el inicio de la exposición.
Los ruidos permanentes son menos lesivos que los pulsados, a igualdad de intensidades,
gracias al sistema muscular de amortiguación del oído medio.
Uno de los mecanismos organizativos para disminuir la probabilidad de lesión, es
disminuir el tiempo de exposición.
Deberá realizarse un estudio previo de la exposición de los trabajadores al ruido.
El estudio debe incluir:
· Identificación de todos los puestos de trabajo susceptibles de ser evaluados,
exceptuando aquellos cuyo nivel diario equivalente y nivel de pico sean manifiestamente
inferiores a 80 dBA y/o 140 dB respectivamente.
- No se excluirán de la evaluación aquellos puestos en los que
existan dudas razonables al respecto.
· Localización de todas las fuentes generadoras de ruido y estimación de los puestos de
trabajo a los que afectan.
· Descripción del ciclo de trabajo, esto es, el mínimo conjunto ordenado de tareas que
se repite cíclica y sucesivamente a lo largo de la jornada de trabajo, constituyendo el
quehacer habitual del individuo que ocupa dicho puesto.
Se considera que el límite para evitar la hipoacusia es de 80 dB (A) para una exposición
de 40 h. semanales, a un ruido constante.
Aunque no es un punto de total seguridad, por encima de esta
cifra, la lesión aparece y aumenta en relación con la misma.
Utilización de equipos de protección individual.