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- Mala organización del trabajo: mala definición de tareas,
malas relaciones, inseguridad contractual, precariedad y carga mental.
- Contenido del trabajo: falta de autonomia decisional, movimientos repetitivos.
- Tiempo de trabajo: ritmo de trabajo impuesto.
- Estrés por: sobrecarga de trabajo, exceso o falta de trabajo, rapidez en realizar la
tarea, necesidad de tomar decisiones.
- Fatiga, por esfuerzo físico importante.
- Excesivo numero de horas de trabajo.
- Cambios en el trabajo.
- Fatiga mental.
- Trabajo a turnos.
Establecer procedimientos o medios de control y coordinación
de procesos.
Eliminación de jornadas de trabajo muy amplias.
Aumentar el contenido del trabajando la posibilidad de efectuar tareas de preparación y
control.
Mejora de la organización del trabajo: motivación, comunicación...
El trabajador debe tener la posibilidad de ausentarse del puesto cuando lo necesite.
Trabajo a turnos
Informar a los interesados con suficiente antelación de los turnos, de manera que puedan
organizarse sus actividades extralaborales.
Puede ocurrir que en el cambio de turno, las consignas no se transmitan de forma
suficientemente precisa o que, por la prisa de marcharse, no se comuniquen al turno que
entra las posibles incidencias u otras posibles informaciones necesarias para el
desempeño del trabajo. Esta falta de comunicación puede dar origen a errores o
incidentes.
Algunos estudios han demostrado que las personas que trabajan en turnos rotativos perciben
su trabajo como más estresante que las del turno de día, y con mayor frecuencia piensan
que su trabajo es fatigante tanto física como mentalmente. La presión que sienten en el
trabajo la refieren principalmente a aspectos de tipo organizativo y no tanto a la
complejidad de la tarea que desarrollan; especialmente, se quejan de la cantidad de
situaciones inesperadas a las que tienen que dar respuesta, de la falta de personal, de
tener que hacer tareas que no les corresponden, y de falta de tiempo para las pausas.
El sistema que se adopte debe adaptarse al tipo de empresa o servicio (estructura,
tamaño, ubicación, servicios que cubre, etc.), a las características de los distintos
departamentos (tamaño, especialidad, saturación de demanda, etc.), así como a las
tareas que deben realizarse: Ya que no todas las tareas deben realizarse las 24 horas del
día, es importante tener esto en cuenta, y diseñar las tareas en función de los turnos,
dejando para las horas de la madrugada sólo aquellas tareas que sean imprescindibles.
La elección de los turnos será discutida por los interesados sobre la base de una
información completa y precisa que permita tomar decisiones de acuerdo con las
necesidades individuales.
Los turnos deberán respetar al máximo el ciclo de sueño, evitando que el turno de
mañana empiece a una hora demasiado temprana. Los cambios de turno pueden situarse, por
ejemplo, entre las 6 y las 7h. las14 y las 15h. y las 22 y alrededor de las 23h. Una
variable que se debe tener en cuenta es la distancia entre el centro de trabajo y el
domicilio de los trabajadores.
Los turnos de noche y de tarde nunca serán más largos que los de mañana,
preferiblemente serán más cortos. Debe ofrecerse a estos trabajadores la posibilidad de
pasar a un horario de trabajo diurno y facilitarles los mismos servicios que a estos
trabajadores.
En cuanto a la duración de cada ciclo, actualmente se tiende a realizar ciclos cortos (se
recomienda cambiar de turno cada dos o tres días), pues parece ser que, de esta manera,
los ritmos circadianos apenas llegan a alterarse. Sin embargo, la vida de relación se
hace más difícil con un ritmo de rotación tan cambiante, por lo que puede existir una
contradicción entre el punto de vista fisiológico y las necesidades psicosociales de los
individuos. Este es uno de los aspectos por los que el problema de la rotación es tan
complejo y por lo que es necesario adaptarlo a las necesidades individuales y contar con
la participación de los interesados.
Aumentar el número de períodos en los que se puede dormir de noche: posibilidad de
descanso después de hacer el turno de noche, acumular días de descanso y ciclos de
rotación distintos a lo largo del año.
Facilitar comida caliente y equilibrada, instalar espacios adecuados, prever tiempo
suficiente para comer.
Disminución del número de años que el individuo realiza turnos, limitación de edad,
etc. La OIT recomienda que a partir de los 40 años el trabajo nocturno continuado sea
voluntario.
Reducir, en lo posible, la carga de trabajo en el turno de noche. Programar aquellas
actividades que se consideran imprescindibles, intentando evitar tareas que supongan una
elevada atención en la franja horaria entre las 3 y las 6h. de la madrugada.
Dar a conocer con antelación el calendario con la organización de los turnos.
Participación de los trabajadores en la determinación de los equipos.
Mantener los mismos miembros en un grupo de manera que se faciliten las relaciones
estables.
Establecer un sistema de vigilancia médica que detecte la falta de adaptación y pueda
prevenir situaciones irreversibles.
Para evitar movimientos repetitivos, se aconseja:
- Reducir la fuerza a emplear manteniendo afilados los útiles cortantes, sosteniendo los
objetos con ganchos o abrazaderas.
- Distribuir la fuerza prefiriendo la actuación de varios dedos a uno sólo o
favoreciendo el uso alternativo de las manos.
- Usar grupos musculares potentes y herramientas con mangos largos.
- Vigilar el efecto del uso de guantes sobre las maniobras a realizar (desarrollo de una
fuerza por encima de lo necesario por falta de sensibilidad o de ajuste de la prenda de
protección).
- Mantenimiento de las herramientas.
- Adiestramiento.