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- Mala organización del trabajo:mala definición de tareas,
malas relaciones, inseguridad contractual y precariedad.
- Contenido del trabajo: falta de autonomia decisional.
- Tiempo de trabajo: ritmo de trabajo impuesto.
- Fatiga mental.
- Estrés.
Cualquier puesto de trabajo debe tener definidas las tareas
que el mismo conlleva y las posibles tareas anejas que se deben atender.
Otros aspectos importantes que se han de tener en cuenta son el tipo de decisiones que en
dicho puesto puede ser necesario tomar y quien debe tomar esas decisiones; lógicamente,
en algunos casos será la persona que esté en ese puesto quien deba decidir que se ha de
hacer, y en otros casos esta decisión la tendrá que tomar la persona responsable del
departamento o sección.
Conocer cómo está estructurada la empresa, el lugar que ocupa cada persona dentro de la
organización, saber que personas deben intervenir en las distintas situaciones
problemáticas o conflictivas que puedan presentarse, es además de lógico, necesario
para el desarrollo de la vida laboral de los empleados y de la empresa, ya que la carencia
de este conocimiento puede comportar problemas tanto para el buen funcionamiento de la
empresa como para quienes trabajan en ella.
Una de las recomendaciones más universales para prevenir la fatiga consiste en la
organización del tiempo de trabajo de manera que permita la realización de pausas. Pero
para que las pausas sean realmente efectivas deben permitir desconectar de los temas del
trabajo y que la persona pueda apartarse físicamente del puesto de trabajo, cambiando el
foco de atención.
Delegar la responsabilidad de la toma de decisiones a los subordinados.
Preguntar las opiniones de los subordinados sobre las decisiones venideras.
Si se trabaja a turnos, es conveniente Informar a los interesados con suficiente
antelación, de manera que puedan organizarse sus actividades extralaborales.
Prever instalaciones adecuadas y tiempo suficiente para comer.
Deben realizarse reconocimientos médicos.