Los riesgos que pueden tener su origen en
el factor humano son:
Las características personales del trabajador,
como la edad, el estado de salud, el
carácter o su tolerancia al riesgo.
La falta de formación o la experiencia
necesarias para desarrollar las tareas
propias del puesto de trabajo.
La realización de actos peligrosos, inseguros,
o sin adoptar las medidas básicas de
prevención y protección.
Normativa española
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