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Redactor:
Jaime Llacuna Morera Doctor en Filosofía y Letras
CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES DE TRABAJO
En la anterior NTP dedicada al tema de la "inteligencia emocional" comentábamos como el recuerdo "emocional" (el que posibilita respuestas concretas, decididas y determina la toma de decisiones), era adquirido por el receptor, fundamentalmente, a través de aquellas manifestaciones no específicamente cognitivas. Ello supone que no son los contenidos, propiamente dichos, del mensaje los que potencian la acción, sino la forma de los mismos. En la forma de dichos mensajes se "esconde" la capacidad de actuación. Esto era también tratado en dos NTP del año 1998 (504 Cambio de conducta y comunicación (I): introducción y elementos fundamentales del proceso y 505 Cambio de conducta y comunicación (II): metodología de actuación).
Pero la forma en que son transmitidos los mensajes, la forma en que éstos adquieren la capacidad de estímulo para el receptor, no es únicamente intrínseca a la propia verbalización del mensaje. Que el mensaje sea transmitido por uno u otro emisor es parte de la "forma" del mensaje. Igualmente lo es que el mensaje se lance a un grupo o a un individuo o que, fuera del propio mensaje lingüístico, se ofrezca al receptor determinada imagen, gesto, modelo, etc. que suponga incorporar, como no puede ser de otra manera, el mundo de la denominada "comunicación no verbal" al capítulo de comunicaciones interpersonales operativas.
El conjunto de señales que una persona o un grupo emite (al margen de los mensajes lingüísticos), puede ser considerado como el transporte emocional. De dicho conjunto nacerá la capacidad de acción del receptor, a partir del recuerdo que dichas señales hayan creado en él. Tal vez la intencionalidad del mensaje (el deseo de una determinada repercusión), se dé, incluso, de forma inconsciente para el emisor y aun pueda ser recibida de la misma manera. Lo que resulta claro es que la respuesta estará condicionada por dicha "lectura".
El sistema de señales basado en las emociones no necesita palabras, una singularidad evolutiva con la que los teóricos tratan de explicar el hecho de que las emociones puedan haber desempeñado un papel fundamental en el desarrollo del cerebro humano mucho antes de que las palabras se convirtieran en una herramienta simbólica. Este legado evolutivo significa que nuestro radar emocional se sintoniza con el de quienes nos rodean, fomentando una interacción más fluida y eficaz. (Daniel Goleman 2000 p. 230).
Suele decirse que el "peso" del contenido verbal es bajo (en cuanto a la repercusión del discurso), respecto de, por ejemplo, el lenguaje corporal (insistimos en que son estas señales las que "cargan" con los aspectos emocionales de la comunicación). Andrew Bradbury (2000 p. 7) asegura que la opinión que tenemos de los demás (y ella determina los aspectos emocionales del discurso), se basan en tres características principales:
En esta pequeña introducción a la capacidad "asertiva" de los mensajes lingüísticos, pretendemos dar unas pautas para mejorar la capacidad emocional del lenguaje, teniendo en cuenta que, como decimos, no están basadas dichas referencias únicamente en la emisión del propio mensaje sino, frecuentemente, en los aspectos contextuales del mismo.
Vamos aquí a resumir los principales aspectos que enumera Daniel Goleman como potenciadores de la capacidad emocional del receptor. Se supone que tal capacidad será, precisamente, la que incremente el nivel de recuerdo y posibilite la toma de decisiones.
Según el autor La habilidad social de movilizar adecuadamente las emociones de los demás necesita de varias competencias, entre las que cabe destacar las siguientes:
(pp. 233 -234)
Refiriéndose al primer aspecto, Goleman caracteriza a las personas dotadas de dicha competencia con los siguientes rasgos:
(p.234)
Refiriéndose al apartado "comunicación", dice:
(p.241)
En cuanto a las características referidas al "manejo de los conflictos":
(p.246)
Sobre las personas que disponen de la competencia del "liderazgo":
(p. 252)
Finalmente, en cuanto a "los catalizadores del cambio":
(p.265)
(Las páginas indicadas hacen referencia al libro «La práctica de la inteligencia emocional)
Los aspectos que enumera Goleman, podrían ser "clasificados" según nuestros intereses en:
Estos tres aspectos (en una situación de enseñanza, que es el objetivo fundamental de esta NTP), se traducen en:
Figura 1
La gramática y el sentido común se adquieren "individualmente"; sin esfuerzo, rápida y uniformemente, por el solo hecho de vivir bajo unas condiciones de interacción, exposición y atención. No se precisa una enseñanza y una formación explícita y, cuando se dan ambas actividades, solamente tienen efectos marginales sobre el estado final adquirido (Noam Chomsky. Reflexiones sobre el lenguaje. 1975 p. 154).
Lo que estamos comentando, hace referencia a la posibilidad de "potenciar" el sentido común, como estructura de comportamientos seguros, a partir del aprendizaje ,,envolvente". Este aprendizaje estaría formado, fundamentalmente, por la forma en que los mensajes son transmitidos, la capacidad emocional que despiertan (hábilmente promovida por el emisor) y la inmersión en el grupo. De una manera u otra, estamos hablando de generar "espacios formativos" en los que dichas manifestaciones se produzcan de manera natural (naturalidad que puede formar parte de una adquisición técnica) e impregnen el desarrollo cotidiano de los elementos de dicho grupo. Persuadir, por lo tanto, no supondría "razonar" conocimientos o imponer conductas sino que supondría generar entornos capaces de motivar determinada conducta. Es evidente que, tanto el sentido común como el lenguaje, tienen un tiempo prefijado en la estructura cerebral para desarrollarse. La llamada lengua materna se desarrolla durante los primeros años de vida, siendo prácticamente imposible ocupar este espacio en edades posteriores. Algo parecido ocurre con el sentido común. El entorno "llena" de contenido específico la estructura profunda (heredada genéticamente) tanto del lenguaje como de dicho sentido común. Ello se produce en los primeros años de vida, de ahí la importancia decisiva de la formación (entendida ésta como la capacidad social de proporcionar el entorno adecuado a los recién nacidos para que desarrollen las capacidades naturales de aprendizaje).
Cuando hablamos de formación de adultos, tal es el caso normalmente en nuestra profesión de prevencionistas, la situación se hace extremamente compleja porque el período de aprendizaje "natural" de dichas estructuras profundas, ha finalizado. Ello no quiere decir, por supuesto, que el aprendizaje no exista, en absoluto, indica, simplemente, que suele ser más difícil aprender una lengua extranjera a los cuarenta años de lo que ha sido el aprendizaje automático, inconsciente, extremadamente rápido y eficaz de la lengua materna hasta los cinco años. Ello no autoriza a pensar que el mundo de los "conocimientos" pueda y, lógicamente, deba ampliarse precisamente en los períodos de madurez del ser humano. Chomsky diferencia entre lo que denomina sistema cognitivos. En este contexto explica que una persona puede disponer de tres de dichos sistemas (poniendo el ejemplo de una persona que tiene conocimientos de física), Un investigador externo que estuviera analizando la situación estaría postulando "inter alia", tres sistemas cognitivos, representado cada uno de ellos en el entendimiento humano: gramática, sentido común y conocimiento físico. Podría darse cuenta entonces de que hay diferencias destacables entre estos sistemas. El conocimiento físico es un conocimiento consciente; el físico puede explicarlo, articularlo, transmitirlo a otras personas. Los otros dos sistemas, en cambio, son poseídos inconscientemente en su mayor parte y se sitúan más allá de los límites de la información introspectiva (pp. 153 - 154).
Apasionante tema el citado. Lo mismo parece quedar demostrado en los actuales conocimientos de los mecanismos neuronales (Adolf Tobeña, 2000). Ello supone insistir en la "saturación de datos cognitivos" y en la poca trascendencia de los mismos cuando se trata de modificar una conducta concreta. Máxime si dicha conducta está relacionada, como es el caso de la prevención, con aspectos emocionales de la persona. Cuando Goleman habla de los aspectos de "influencia" (se entiende de la influencia capaz de determinar conductas), se refiere, precisamente, a las "artes" de persuasión ,,envolvente", de persuasión "impregnadora", contextual. Los conocimientos son fácilmente transmisibles, pero como bien demostraron los investigadores de Palo Alto (Watzlawick, Bavelas, Jackson 1967 Teoría de la comunicación humana), los mensajes lingüísticos que comunicaban datos objetivos sobre la realidad no presuponían, por sí mismos, que la conducta del receptor se modificara por ellos.
N ....... niño, niña, perro, gato, helado, caramelo, bocadillo
V........ come, muerde, pega
P........ con, en, de det ..... el, la los, un una, unas
(Steven Pinker. El instinto del lenguaje p. 217)
Siguiendo, por su claridad, a Pinker en la exposición de una proposición generativa capaz de transmitir correctamente un mensaje lingüístico, analizaremos la oración siguiente intentando hallar en ella los mecanismos útiles tanto a la comprensión como a la expectativa del receptor. (El ejemplo pertenece a la traducción española del libro. Los textos en cursiva son de Pinker, los otros y las palabras subrayadas son mías).
La oración es
El perro come helado. Primera palabra percibida por el receptor es "el".El analizador (receptor) la busca en el diccionario mental, lo que supone buscarla a la derecha de una regla y hallar su categoría a la izquierda. Se trata de un determinante (det). Los determinantes, como toda palabra, forman parte de un sintagma más grande.
En la parte derecha del determinante surge el nombre. Se genera un sintagma nominal (SN).
Esta estructura incompleta tiene que ser mantenida en alguna clase de memoria. (A esta memoria suelen denominarla actualmente - LeDoux - "memoria de trabajo"). Si el emisor se detiene en este momento (brevemente) potencia la capacidad receptora del analizador, dado que la característica de "incompleta" de la oración le deja a la espera de "necesaria" continuidad.
En la "gramática universal", la carencia de una parte de la estructura genera situaciones de atención, dada la irregularidad del proceso.
El sintagma nominal en curso puede formar parte de una oración, de un sintagma verbal o de un sintagma preposicional. Esta alternativa se puede resolver desde la cúspide del árbol (representación gráfica del proceso que adquiere, como trasladamos más adelante, forma de "árbol"). Todas las palabras y los sintagmas deben estar conectados a una oración (0), y toda oración comienza con un sintagma nominal. Esta es la probabilidad más elevada. Ello supone "dejar colgada" en la memoria la inexistencia de un sintagma verbal y la de un nombre componente del sintagma nominal.
Cuando aparece "perro" se confirma la predicción. Con ello "perro" se integra al árbol para completar el sintagma nominal. El analizador puede "descansar" del recuerdo que tenía pendiente. Notemos que este proceso, dependiendo de la velocidad de transmisión, es sumamente útil para generar expectativas de comunicación muy interesantes para la aportación emocional del mensaje.
En este punto se puede inferir parte del significado de la oración.
Momento clave para potenciar la respuesta del receptor (situación de enseñanza). Se puede reconvertir el supuesto sintagma verbal que sucede a lo hasta ahora percibido en una pregunta (por ejemplo), exigiendo del alumno/a la capacidad creativa pertinente. Estos mecanismos favorecen el recuerdo, dado que los receptores participan plenamente en la estructura del mensaje (estructura "gramatical" del mensaje).
La siguiente palabra es "come", que recibe la etiqueta V de verbo. Los verbos sólo pueden pertenecer a un sintagma verbal, SV, que, por suerte, ya había sido predicho, por lo que el verbo es integrado de inmediato en el sintagma.
¿Qué hubiera ocurrido si el contenido semántico de dicho verbo no hubiera sido lógico y coherente con la significación del sintagma nominal precedente? Que hubiera generado una "tensión" en el receptor. Tensión que le obligaría a rectificar (a rectificar la propia emisión del mensaje). Ello supondría una participación activa en la elaboración del mismo. Se trata de aprovechar hábilmente los mecanismos perceptivos (a lo largo del tiempo de emisión) de las estructuras universales del lenguaje.
Este SV, empero, contiene más que un verbo; también tiene un sintagma nominal (que es el objeto del verbo). Por consiguiente, el analizador predice que lo que ha de seguir es otro SN.
Lo que sigue es "helado", un nombre, que puede formar parte de un SN, tal y como corresponde a la rama incompleta del SN. De esta manera las piezas del rompecabezas encajan perfectamente.
Conclusiones prácticas:
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