s. 1. Vigésima segunda letra del abecedario español y decimonovena del orden latino internacional. Su nombre es femenino: (la) ese; su plural es eses.

2. Con esta letra se representa en la escritura el sonido fricativo sordo /s/, que en español tiene muy variadas realizaciones, aunque son dos sus variantes principales:

a) /s/ apicoalveolar: Esta variedad es la más extendida en el español de España (domina en todo su territorio, excepto en Andalucía y Canarias) y se da también en zonas andinas de Perú y Colombia.

b) /s/ predorsal: Es característica de Andalucía, Canarias y la mayor parte de Hispanoamérica. Aunque presenta numerosas variedades, la más extendida es la predorsodental.

3. En algunas zonas del sur de España y en algunos puntos de Hispanoamérica, hay hablantes que pronuncian la letra s como si representase el sonido interdental fricativo sordo /z/ z, 2a). Este fenómeno dialectal se conoce con el nombre de “ceceo” ceceo).

4. En todos los dialectos del sur de España (andaluz, extremeño, murciano y canario) y en gran parte de Hispanoamérica (fundamentalmente en las zonas bajas), está muy extendido el fenómeno de la aspiración de la s en posición final de sílaba o de palabra, de manera que esta letra viene a pronunciarse como la h inglesa: [pehkádo] por pescado, [íhla] por isla, [animáleh] por animales. En ocasiones, esta aspiración se hace tan fuerte que puede llegar a sonar como /j/, pronunciación que debe evitarse en el habla esmerada: *[bójke] por bosque, *[únoj animáleh] por unos animales.

En muchas zonas de estas mismas áreas llega a perderse totalmente en la pronunciación la -s final de palabra, dando como resultado, en algunos casos, la mayor abertura de la vocal precedente (como ocurre, por ejemplo, en el andaluz oriental, el murciano y en áreas de América como el Caribe, los Llanos de Bolivia y Uruguay): *[lo ómbre y la muhére], por los hombres y las mujeres. Los hablantes cultos de muchas de estas regiones tienden a restituir el sonido /s/ en posición final.

La aspiración de la s en posición final de sílaba o de palabra se ha extendido en algunas zonas a la -s- intervocálica (*[nohótro(h)] por nosotros, *[éhe] por ese), e incluso a la s- inicial de palabra (*[heñoríta] por señorita).