extra. 1. Como adjetivo significa ‘extraordinario’, en un doble sentido: ‘superior’, referido a calidad o a tamaño, y ‘adicional’. Es invariable en plural cuando significa ‘superior’, tanto en calidad (Yo solo uso aceites extra) como en tamaño (Los huevos extra son los más caros). Cuando significa ‘adicional’, aunque no faltan ejemplos de uso invariable, hoy es preferible añadir la -s en plural: «Esto de hacer horas extras mata» (Daneri Matar [Arg. 1981]); «Muchas personas luchan arduamente contra los kilos extras que llevan encima» (Tiempo [Col.] 7.1.88).
2. Como sustantivo,
el plural es siempre extras y el género depende de las
distintas acepciones:
a) ‘Persona que aparece en una película y se limita a figurar, sin hablar’. Adopta ambos géneros: el extra, si se trata de un hombre; la extra, si se trata de una mujer.
b) En España, ‘paga extraordinaria que reciben los trabajadores en verano y Navidad’. Es femenino: la extra.
c) ‘Cosa
extraordinaria, fuera de lo ordinario o habitual’. Se emplea normalmente en
plural y, en el uso general, es masculino: «Si se suman varios extras al sueldo base, los
ingresos pueden ascender a dos millones mensuales» (Mundo
[Esp.] 7.6.94). No obstante, en algunos países americanos se usa como femenino:
«Unos
pesillos nada más, don Manuel, para las extras. Lo de siempre: propinas, untar
la mano a uno que otro» (Rovinski Herencia [C. Rica
1993]).