llave. Signo gráfico constituido por dos líneas sinuosas que, al juntarse, forman una pequeña punta en el centro. Se trata de un signo de los llamados dobles, ya que existe uno de apertura ({) y otro de cierre (}), aunque en su aplicación principal (® 1) se usa únicamente uno de ellos.
1.
Se utiliza principalmente en cuadros sinópticos o esquemas, para abarcar varios
elementos —cada uno escrito en una línea diferente— que constituyen una
enumeración a partir de un concepto dado, que es el que genera la apertura de
la llave. Normalmente se emplea el signo de apertura, aunque en esquemas
complejos pueden combinarse ambos. El concepto a partir del cual se genera la llave
se coloca en el centro de esta, y en ningún caso deben usarse los dos puntos
entre este concepto núcleo y la llave. Así mismo, se admiten rayas o cualquier
otro tipo de marcador para resaltar los elementos abarcados por este signo:
Consonantes
|
{ |
— Sordas
— Sonoras |
También es posible utilizar solamente el signo de cierre si a partir de los elementos que componen la clasificación se quiere indicar el concepto que los abarca:
Paleolítico Mesolítico Neolítico |
} |
Edad de Piedra
|
2.
También se emplean las llaves para presentar distintas alternativas en un
determinado contexto:
Prometo
|
{ |
venir mañana que vendré mañana |
} |
a la fiesta.
|
Si se prefiere presentar las alternativas escritas en línea seguida,
estas deben separarse por medio de barras: «Según la naturaleza del verbo en cuestión, presentan
diversas posibilidades [...]: Prometo {venir mañana/que vendré mañana}» (GDLE
III 3893).