Las condiciones de trabajo en que se practica la medicina
asistencial, varían considerablemente en relación a cada país, así como en función de
factores como el clima, nivel económico, salud, desarrollo social, ... de la población.
Puede decirse que en general, existe cada vez una mayor demanda de responsabilidades, y
que unido a un aumento de la densidad de trabajo, dependiendo de las circunstancias, hacen
que se encuentre entre las profesiones con mayor predisposición a padecer consecuencias
relacionadas con el estrés (por ejemplo: existen estudios respecto a una incidencia de
lesiones coronarias, etc.) No obstante, el trabajo en equipo, está entre las
recomendaciones para paliar en gran medida estos problemas.
RIESGOS
- Accidentes que dependerán del tipo de trabajo, tales como: quemaduras, cortes,
rasguños... (en salas de operaciones, laboratorios,...), proyección de material séptico
a la piel, a los ojos (salpicaduras,....), pinchazos accidentales, riesgo con los
pacientes (Ejemplo: en psiquiatría,...).
- Riesgo de contraer enfermedades infecciosas (variadas): por bacterias, hongos, virus,
parásitos,... pero además, el ambiente hospitalario es favorable al desarrollo de cepas
de gérmenes más resistentes.
En algunos países se habla del riesgo de padecer
tuberculosis (Por ejemplo: vacunación a
los estudiantes). Riesgo de enfermedades como: hepatitis viral, y otras como sida (si no
se toman las correspondientes precauciones). También otras enfermedades como: rubeola,
etc.
- Exposición a
radiaciones ionizantes: en
personal de laboratorio, radiología,
anestesia, cirugía,... Aunque actualmente se adoptan las máximas precauciones en el tipo
de instalaciones y aparatos utilizados. A las radiaciones ionizantes se les atribuye el
riesgo de radiodermitis en la piel, lesiones precancerosas, epiteliomas, etc.
- Dermatosis: eczema alérgico en la piel (de manos, antebrazos, cara,...) en personal
auxiliar y de enfermería, por el contacto con ciertos medicamentos (antibióticos,
antifúngicos, clorpromazina, etc.), anestésicos (novocaína), antisepticos (formol) y
por el lavado y cepillado repetido de las manos.
- Riesgo tóxico: sobre todo en el personal de anestesia (en los quirófanos, la polución
procede de los equipos y circuitos de anestesia), por los anestésicos (gases o
volátiles) como: óxido nitroso (gas), éter dietético, cloroformo, halotano,
metoxiflurano, isoflurano,... . En general, se pueden encontrar las consecuencias de
lesiones como: alteraciones neuropsíquicas, irritación de vías respiratorias,
hepatitis
(halotano, metoxiflurano), lesiones renales (metoxiflurano), efectos celulares y
genéticos sobre los espermatozoides o de abortos y malformaciones (óxido nitroso),
predisposición a cáncer (óxido nitroso, ciclopropano, cloroformo, anestésicos
halogenados, éter dietílico,...).
- Trabajo a turnos.
PREVENCIÓN
La prevención radica en el uso de la correspondiente
vacunación e inmunización, y la
correcta higiene y precauciones conocidas en los métodos de trabajo.
Se requiere el correcto envasado de los medicamentos, manipulación cuidadosa, uso de
guantes y cremas, etc.
Como prevención se recomienda disponer de correctos sistemas de extracción de los gases
y vapores, de
ventilación de los locales, y supervisión de las concentraciones
ambientales. (En algunos países el personal de anestesia realiza cambios de puesto, tras
un período de unos 10 años de exposición, a otros departamentos por ejemplo, a
reanimación).