Los silos son contenedores de distintas formas, con una capacidad desde unos pocos metros cúbicos hasta de unos centenares.
Pueden ser abiertos o cerrados herméticamente.
Se usan para el almacenamiento y conservación de una amplia gama de productos (cemento, cereales, semillas, forraje, líquidos,...).
También pueden ser de tipo horizontal o vertical; la forma depende del destino para el que se use.
Pueden estar hechos de diferentes materiales en relación con su uso: hormigón, madera, metal, fibra de vidrio, plástico reforzado, tela metálica forrada con plástico, etc.
Las superficies interiores son lisas y forradas con determinados materiales (pintura especial, cemento vidriado, resinas sintéticas, mezcla de vidrio soluble,... y otras revestimientos especiales cuando se requiere resistencia a ácidos y sustancias corrosivas, etc.
RIESGOS- Riesgo de incendio y explosión: son riesgos típicos de los elevadores de grano.
Además la descomposición de productos puede emitir vapores inflamables, por ejemplo: el grano puede desprender metanol, propanol, o butanol.
Algunos fumigantes contienen productos inflamables (disulfuro de carbono, dicloruro de etileno, y fosfina).
Debe hacerse prevención y evitar fuentes de ignición (soldadura, llamas, cintas deslizantes, electricidad estática, combustión expontánea,...).
- Accidentes por asfixia y riesgos de intoxicación: contienen gases como dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno,... por la fermentación anaeróbica de los nitratos de la planta y la combinación posterior con ácidos orgánicos.
Los óxidos de nitrógeno se forman a las pocas horas del llenado de forraje y en unos días están a concentración máxima y pueden durar semanas.
Causan irritación de ojos y vías respiratorias con intensa bronquitis y disnea (fatiga) muy asfixiante, llegando a edema de pulmón.
En la radiografía de tórax se observa un patrón nodular o micronodular.
- Exposición a polvos, parásitos,...: el "pulmón del granjero" está causado por la manipulación de grano o forraje mohoso y la "fiebre del grano" (es una reacción alérgica tras cada exposición al polvo y que dura uno o dos días).
- Riesgos por el uso de fumigantes y pesticidas: tetracloruro de carbono, disulfuro de carbono, dicloruro de etileno, dibromoetano, fosfuro de aluminio y dióxido de azufre.
- En trabajos de apertura de silos: hay riesgo de asfixia por el dióxido de carbono desprendido de las simientes y el forraje, que reduce el contenido de oxígeno. (Espacios confinados).
PREVENCIÓNComo prevención general debe tenerse: control de gases y polvos, disponer de equipos respiratorios, precauciones de espacios confinados y controles de salud periódicos.
En trabajos de llenado del silo: deben tomarse especiales precauciones en el manejo de máquinas (cuchillas cortadoras de forraje,...), uso de materiales de protección (guantes, botas, ... para protección de las quemaduras de los ácidos conservadores) y deben quedar asegurados los medios de salida (por el riesgo de quedar enterrados en el material moviente).
Otras instalaciones especiales: las plataformas o escalerillas de acceso deben protegerse con un cajón o un guardaraíl.
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