Las técnicas de perlas cultivadas, ayudan a producir perlas de superior calidad y forma. El método japonés, utiliza criaderos de ostras, y el núcleo es insertado quirúrgicamente a la ostra para la formación de la perla, dejándola después reposar. Mientras tanto, se debe controlar el ritmo de crecimiento, el color de la ostra, la cantidad de comida, la salinidad del mar, la permanencia en temperatura templada, etc. y que no sea invadida por las especies de placton como la "marea roja" y otras especies como "marea amarga" o la "marea límpida" que es la ausencia casi de placton, o por parásitos, etc. pues las ostras pueden ser dañadas.

Las perlas artificiales están hechas de cristal o plástico recubierto de celulosa o escamas de pescado, usando disolventes orgánicos.

- Exposición a radiaciones ionizantes: al examinar la presencia del núcleo insertado (comprobar que no se ha eliminado) a través de fluoroscopio.

- Dermatitis por contacto: por el trabajo de raspado de la superficie de la valva y los pequeños arañazos en la piel, causada por un protozoo (Ascidiacea). Provoca intenso dolor y picor con ulceraciones que dejan cicatrices.

- En la fabricación de perlas artificiales el riesgo está en el uso de disolventes orgánicos, por lo que deberán sustituirse por lo menos tóxicos, además de la ventilación y extracción del local para evitar el riesgo respiratorio.

Se requiere un buen estado del aparato y las instalaciones evitando la exposición, uso de guantes emplomados, y revisiones de salud a los trabajadores/as. RADIOPROTECCIÓN,

RADIACIÓN IONIZANTE, vigilancia médica.

La prevención está en el uso de guantes y el lavado del fluido pegajoso del protozoo.