El trabajo de lavandería ha evolucionado desde los talleres
domésticos donde se empleaba fundamentalmente a mujeres, con escasez de formación, y con
precariedad de contratos y salarios, hasta las grandes lavanderías mecanizadas actuales.
Existen lavanderías con un amplio volumen de
personal, donde se incluyen actividades de
planchado, lavado en seco, etc. Y otras modalidades del tipo "autoservicio", con
máquinas adicionales para el lavado de ropa pequeña y planchado.
Además, muchos centros de trabajo (hospitales, hoteles, fábricas, ...) disponen de sus
propias lavanderías.
La proporción de mujeres en ese tipo de actividades, sigue siendo muy alta.
RIESGOS
- Riesgo de contaminación de productos tóxicos (insecticidas, arsénico, plomo,
polvos tóxicos,...) e infecciones (riesgo biológico: bacterias, hongos,...) al manipular
ropas sucias (Ejemplo: ropas de hospitales, de trabajos con exposición a tóxicos, ...) y
por la inhalación de una atmósfera contaminada de microorganismos patógenos.
Es posible el riesgo de enfermedades como: hepatitis viral, brucelosis, enfermedades
parasitarias, micosis por la humedad (u hongos, sobre todo en los pies), alergias de la
piel por los detergentes y dermatitis por el uso de productos como la lejía, por el agua
caliente, etc.
- Accidentes: con cuerpos extraños enredados ente las ropas (Ejemplo: jeringuillas,...),
resbalones y caídas, golpes, quemaduras, riesgo eléctrico, lesiones por contacto con
partes peligrosas de las maquinarias (riesgo considerable de: atrapamiento,
aplastamientos, enganches, amputaciones, escaldaduras de vapor, etc.).
- Lesiones osteoarticulares: sobre todo dolor de espalda y de extremidades inferiores en
tareas de carga y descarga (de los contenedores, de los tambores,...), lesiones en las
extremidades inferiores por el trabajo de planchado de pie, lesiones por movimientos
repetitivos en las tareas de plancha y doblado de ropas, etc. En general son tareas
fatigantes que requieren un minucioso estudio del diseño ergonómico postural del puesto
de trabajo (posturas, movimientos, ritmos de trabajo, ...) para evitar lesiones y
accidentes.
- Exposición a altos niveles de ruido por la maquinaria usada.
PREVENCIÓN
- Evitar el contacto manual con las ropas: uso de vertederos herméticos, de
prendas de protección accesorias (guantes, delantales, botas,...), y disponer de lugares
de higiene o duchas y de aseo personal.
Prohibición de comer, beber fumar en el lugar de trabajo.
- Ventilación correcta de los locales, con sistemas de climatización reduciendo la
temperatura y humedad.
Para la desinfección del ambiente, pueden usarse medios como: aerosoles de
hexilresorcinol, o por radiación ultravioleta,...
- Desinfección periódica de los vagones y vehículos de transporte de las ropas. No se
deben usar los mismos recipientes para ropa sucia que para la limpia. Se recomienda el uso
de bolsas o de contenedores cerrados, etc.
- Limpieza general de las instalaciones, evitando suelos resbaladizos, etc.
- Diseño ergonómico del puesto de trabajo evitando la sobrecarga por fatiga y lesiones:
adecuación de la postura y los movimientos, diseño del método y las maquinarias,
reducción el ritmo de trabajo adecuación de los descansos, etc.
- Iluminación correcta.
- Prevención de la exposición a ruido
- En ocasiones, puede recomendarse la vacunación: antitetánica, BCG, ...
- Diseño de las maquinarias enfocado a la prevención de accidentes: en cuanto a mandos y
dispositivos (Ejemplo: accionados a dos manos y por una sola persona, sistemas de
protección de poleas, ejes y demás partes peligrosas, sistemas que impidan la apertura
de un tambor en movimiento, o la puesta en marcha durante las operaciones de carga y
descarga,... (CENTRÍFUGAS), instalaciones eléctricas correctas, etc.
- Controles de salud: especialmente de posibles lesiones en piel (alergias y dermatitis
por detergentes,...).