FONTANERIA

Sistema de conductos a través de los cuales se canaliza y distribuye el agua. Para proteger la salud pública, se debe garantizar un suministro de agua potable para beber y para el funcionamiento de las instalaciones y aplicaciones sanitarias, y un sistema sanitario de desagüe para la eliminación de las aguas residuales.

Para proporcionar las instalaciones sanitarias necesarias, las autoridades locales son las responsables de establecer unos reglamentos (diseñados por el gobierno) que se conocen como códigos de fontanería o plomería, así como los requisitos de instalación y el número mínimo de aplicaciones necesarias.

Trabajo desarrollado por los fontaneros.

 

MATERIALES

El plomo fue el material más usado en las tuberías, hasta que fue suplantado en el siglo XIX por el hierro fundido. Los arqueólogos han encontrado pruebas de sistemas de eliminación de residuos humanos en moradas de hace 10.000 años.

El diseño actual de fontanería incluye al menos 26 sistemas distintos, aunque no se encuentran todos en un mismo edificio. Los dispositivos modernos básicos incluyen, retretes, urinarios, desaguaderos, baños, duchas y grifos de agua potable.

Además, los hospitales, laboratorios y edificios industriales requieren diversos tipos de instalaciones especializadas. Otros aparatos conectados al sistema de fontanería son lavadoras y lavaplatos. La mayoría de esas instalaciones y aparatos electrodomésticos requieren agua fría y caliente. El agua caliente puede ser generada por calderas o por calentadores que utilicen gas, electricidad, aceite, vapor o energía solar. Las aparatos sanitarios actuales se fabrican con materiales impermeables como porcelana china vítrea, hierro fundido o acero esmaltados, acero inoxidable y plástico. Los materiales utilizados para las tuberías son: hierro fundido, acero, latón, cobre, acero inoxidable, aluminio, plástico (PVC), arcilla vitrificada (baldosa) y hormigón.

 

Sistemas de suministro de agua y desagüe.

En las comunidades más desarrolladas hay tuberías matrices en las calles que transportan el agua a presión hasta los edificios. En otras áreas, el agua se consigue a través de manantiales cercanos o ríos o lagos adyacentes, en cuyo caso hay que tener mucho cuidado para asegurarse de que el agua esté saneada. Cuando la presión de la calle es insuficiente para servir a un edificio debido a la altura de éste, es necesario instalar un equipo dentro del edificio, que puede ser una bomba que impulse el agua a un depósito colocado encima del tejado, un tanque a presión, o un sistema de bomba reforzadora. En los hospitales y laboratorios se requieren sistemas especiales de agua destilada, purificada, desmineralizada (deionizada) y de ósmosis reversa.

Los sistemas de desagüe son generalmente de dos tipos básicos: de agua sanitaria y de lluvias. Los sistemas de desagüe sanitario transportan (por medio de la gravedad) a través de una cloaca u otro tipo de conductos las aguas sucias y residuales desde los dispositivos de control de agua e instalaciones sanitarias a un depósito de tratamiento de aguas residuales fuera del edificio. El desagüe sanitario que está dentro del edificio debe estar unido a un sistema de tuberías de ventilación que mantengan igual la presión en todas las secciones de las tuberías de desagüe. Esto evita el sifonaje o soplido del agua en los tubos en U (declives con forma de U en las tuberías), que a su vez evita que los peligrosos gases cloacales (formados al descomponerse el material residual) entren en el edificio. Los sistemas de desagüe de agua de lluvias transportan el agua de lluvia por medio de la gravedad desde el tejado a través de un conducto hasta un cuerpo de agua o pozo seco (un área del terreno donde el agua residual desagua en el suelo que la rodea). El desagüe del basamento debe ser recogido en un foso o tanque sellado provisto de una abertura, y bombeado fuera del basamento. Los hospitales y laboratorios requieren a menudo sistemas especiales de desagüe para extraer los residuos ácidos, radiactivos e infecciosos.

Tanto los sistemas de suministro de agua como los de desagüe deben ser diseñados cuidadosamente para evitar la contaminación del agua, así como impedir que el gas cloacal entre en el edificio.

Todas las conexiones del agua con las instalaciones y aplicaciones deben estar provistas de mecanismos que eviten que los contaminantes vuelvan a entrar en la tubería de agua, condición llamada flujo negro o sifonaje negro.

Se deben instalar válvulas de temperatura y de descompresión en todos los calentadores de agua para evitar una explosión en caso de avería en los controles.