CONCEPTO DE ENFERMEDAD PROFESIONAL (EP). CLASIFICACIÓN DE LAS ENFERMEDADES PROFESIONALES. ENFERMEDADES PROFESIONALES (LISTA INTERNACIONAL). ENFERMEDADES PROFESIONALES EN ESPAÑA. RD 1299-06 CUADRO EP |
ENFERMEDADES PROFESIONALES PRODUCIDAS POR AGENTES FÍSICOS:
- TÉRMICOS
- PRESIÓN
- RUIDO.
ENFERMEDADES PROFESIONALES PRODUCIDAS POR AGENTES QUÍMICOS:
- POLVOS
ENFERMEDADES PROFESIONALES PRODUCIDAS POR AGENTES BIOLÓGICOS:
- PARASITOS.
ENFERMEDADES PROFESIONALES PRODUCIDAS POR AGENTES PSIQUICOS Y SOCIALES.
METODOLOGÍA MÉDICA DE ACTUACIÓN.
El hombre, debido a su actividad profesional está expuesto a contraer enfermedades. Unas, si bien tienen relación con el trabajo que realiza, no son debidas a que éste sea nocivo para la salud, sino a circunstancias externas al mismo, mientras que otras resultan consecuencia directa de las modificaciones ambientales provocadas por el propio trabajo, que son las denominadas «enfermedades profesionales».
RDL 1/94 LGSS Art. 116 |
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La Ley General de la Seguridad Social, define enfermedad profesional: |
«Artículo 116. Se entenderá por enfermedad profesional la
contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se
especifican en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo
de esta Ley, y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que en
dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional.
En tales disposiciones se establecerá el procedimiento que haya de observarse para la
inclusión en dicho cuadro de nuevas enfermedades profesionales que se estime deban ser
incorporadas al mismo. Dicho procedimiento comprenderá, en todo caso, como trámite
preceptivo, el informe del Ministerio de Sanidad y Consumo.»
Las enfermedades no incluidas en el citado artículo y que contraiga el trabajador con
motivo de la realización de su trabajo siempre que se pruebe que la enfermedad tuvo por
causa exclusiva la ejecución del mismo, se contempla como accidente de trabajo.
A la vista de la definición se establece una clara diferencia entre lo que son
enfermedades profesionales y aquellas otras que contraen los trabajadores a causa del
trabajo debido a circunstancias accidentales como pudiera ser el trabajar a la intemperie
en tiempos de lluvia y frío, etc.
Se realiza la diferenciación entre las enfermedades profesionales, cuya/s causa/s están en el trabajo, y las enfermedades que están relacionadas con la profesión, o agravadas debido a la misma (aunque la causa no esté exclusivamente en el trabajo). Estas últimas, llamadas "enfermedades derivadas del trabajo", no se encuentran en los listados de enfermedades profesionales (lista internacional, lista europea, y listados específicos en la legislación de cada país). Y el resto de las enfermedades, suelen denominarse como "comunes".
- La causa está de forma exclusiva en el trabajo, y puede ser un
agente de riesgo físico (ejemplo: ruido, vibraciones, radiaciones, ...), químico
(tóxicos ...), o biológico (infecciones ...). Demás el agente de riesgo puede ser
detectado y medido en los lugares de trabajo.
- Las lesiones no surgen de forma inmediata como un accidente, sino a mayor plazo de
tiempo ( a veces de incluso años después de cesar la exposición).
- Son lesiones crónicas o permanentes.
- Afectan de forma similar a personas expuestas al mismo tipo de riesgo.
- Existe una relación entre la intensidad (dosis) de la exposición al agente de riesgo,
y la duración (tiempo de exposición) incrementando con ellos sus efectos lesivos.
(Relación exposición dosis / efecto).
- Está incluida en el listado.
- Son indemnizables y sujetas a sistemas especiales de aseguramiento.
Desde el punto de vista legal surgen diferenciaciones, pues del mismo modo que una
intoxicación pueda causar enfermedad profesional cuando actúa a largo plazo se cataloga
como accidente de trabajo, cuando tiene lugar de forma brusca o aguda. Por otra parte, los
esfuerzos relacionados con la inadecuación de las condiciones de trabajo que concluyen en
lesiones, quedan en ocasiones registradas como accidentes en un momento dado, y no están
incluidas en el listado de enfermedades profesionales como dolor de espalda. Existe, en
definitiva, en muchos aspectos, diferentes matices entre los criterios médicos y los
jurídicos.
LISTA DE ENFERMEDADES:
Comienza con sólo tres en el Convenio nº18 de O.I.T. de 1925, y
se ha ido ampliando a través de sucesivos convenios y recomendaciones, hasta la revisión
en el Convenio nº 121 de O.I.T. (1980) con 29 grupos de enfermedades, y las actividades
laborales. Compete a la legislación de cada país el establecimiento de su lista, con las
actividades, y además los criterios de diagnóstico, indemnización, etc.
(NOTA: se recomienda consultar la legislación al respecto, en sus archivos temáticos).
Algunos países han adoptado el "sistema mixto", basado en incluir como mínimo
la lista internacional, y reconocer además como enfermedad profesional aquellas no
incluidas si se aportan datos médico-laborales de evidencia de su causa laboral.
Es necesario proseguir con los estudios en investigación y epidemiología laboral para
las sucesivas ampliaciones del listado, y mejora de la prevención de riesgos.
Legalmente son enfermedades profesionales sólo aquellas que así
define la ley para cada país y para cada sistema de la Seguridad Social.
En España, siguiendo el criterio de las Recomendaciones y Convenios de la OIT, para
definir las enfermedades profesionales se ha seguido el sistema de Cuadros y Listas donde
figuran las Enfermedades Profesionales y se señalan los síndromes y profesiones en donde
se han de dar para que sean reconocidas con el carácter de tales.
De acuerdo con el Decreto 1995/1978, de 12 de mayo (BOE de 25 de agosto) las enfermedades
profesionales se clasifican en los siguientes grupos:
A) Enfermedades profesionales producidas por agentes químicos.
B) Enfermedades profesionales de la piel causadas por sustancias y agentes no comprendidos
en otros apartados.
C) Enfermedades profesionales provocadas por la inhalación de sustancias y agentes no
comprendidas en otros apartados.
D) Enfermedades profesionales infecciosas y parasitarias.
E) Enfermedades profesionales producidas por agentes físicos.
F) Enfermedades sistemáticas.
Por su interés al final del tema se incluye el cuadro de
enfermedades profesionales vigentes y la relación de las principales actividades capaces
de producirlas.
A continuación se expone una clasificación mixta de las enfermedades profesionales
atendiendo a las causas y a los cuadros clínicos que determinan.
Son enfermedades profesionales producidas por un agente tóxico, sin vida, que penetra
en el interior del organismo para producir unas alteraciones características.
El agente causal es de tipo químico.
Condiciones: Para que exista intoxicación deben darse las
siguientes condiciones:
Existencia de agente tóxico externo.
La puerta de entrada del tóxico puede ser: digestiva, respiratoria, dérmica o
parenteral.
Conocida la existencia del tóxico y su puerta de entrada, si se produce efecto
nocivo, podemos decir que existe intoxicación.
Forma de presentación: Pueden ser agudas, cuando la agresión del
tóxico es importante (puede constituir una forma próxima al accidente de trabajo) o
crónicas, que resultan ser las más frecuentes.
En las intoxicaciones crónicas el tóxico penetra en el organismo en pequeñas cantidades
incapaces de producir la enfermedad por sí mismas, salvo que actúe de forma continuada y
acumulativa.
Clasificación: Atendiendo a la estructura química del tóxico
las intoxicaciones pueden ser:
Producidas por tóxicos orgánicos: ácidos, alcoholes, disolventes, etc.
Producidas por tóxicos inorgánicos: mercurio, plomo, cromo, níquel, berilio,
etc.
Se diferencian de las intoxicaciones fundamentalmente en que el agente externo causante
de la enfermedad es un ser vivo.
Dentro de este grupo se encuentran las enfermedades infecciosas y parasitarias producidas
por bacterias (tétanos, carbunco, brucelosis, tuberculosis, etc.) o por virus (hepatitis,
rabia, SIDA, etc.).
En las alergias profesionales el protagonista del cuadro clínico es el propio enfermo
ya que el elemento desencadenante actúa sólo en las personas sensibilizadas a él.
Las alergias, salvo raras excepciones, no son graves, curándose cuando se separa al
enfermo del contacto con el elemento causante.
Son enfermedades caracterizadas por un crecimiento desordenado y anárquico de las
células que componen los tejidos y órganos.
Si bien no se conocen las causas del mismo, sí es conocido el poder desencadenante de
algunas sustancias, denominadas cancerígenas (amianto, sustancias radiactivas, aminas,
níquel, alquitrán, betún, asfalto, arsénico, etc.).
Es la enfermedad más frecuente en el mundo laboral conocida como «dermatitis» o
«eccema».
La causa de la dermatosis puede ser: exógena, cuando la causa desencadenante procede del
exterior, pudiendo actuar bien localmente (irritación) o de forma generalizada en el
organismo (alérgica) o endógena, cuando la causa procede del propio individuo.
Son enfermedades producidas por depósito de polvo en los pulmones.
Pueden ser benignas o malignas.
Los polvos productores de esta enfermedad pueden ser de tipo orgánico vegetal
(cannabosis, bagazosis, etc.) o de tipo inorgánico mineral (silicosis, asbestosis,
antracosis, talcosis, etc.).
Son enfermedades producidas por agentes físicos tales como radiaciones, ionizantes o no, vibraciones, ruidos, presión atmosférica, temperatura, etc.
Como se ha examinado anteriormente las causas exógenas o
derivadas del medio ambiente laboral, productoras de enfermedades profesionales se pueden
considerar encuadradas en los siguientes grupos:
Agresores químicos (polvo, humo, niebla, gases, etc.)
Agresores físicos (ruido, vibraciones, radiaciones, etc.)
Agresores biológicos (virus, bacterias, parásitos, etc.)
Agresores psicológicos y sociales (promoción, salarios, horarios, etc.)
Agresores ergonómicos (monotonía, fatiga física o mental, etc.).
(Decreto 1995/1978 - BOE núm. 203 de 25 de agosto de 1978)
Las actividades y agentes productores de las enfermedades profesionales de cada grupo son
los siguientes:
1. Plomo y sus
compuestos.
Extracción, tratamiento, preparación y empleo del plomo, sus minerales, sus aleaciones,
sus combinaciones y de todos los productos que lo contengan, y especialmente:
Extracción, tratamiento, metalurgia, refinado, fundición, laminado, y vaciado del plomo,
de sus aleaciones y de metales plumbíferos.
Fabricación y reparación de acumuladores del plomo.
Fabricación y manipulación de los óxidos y sales de plomo.
Fabricación y aplicación de esmaltes, en metal o cerámica, que contengan plomo.
Trabajos en alfarerías.
Fabricación y aplicación de pinturas, lacas, barnices o tintas a base de compuestos de
plomo.
Fabricación de municiones y artículos pirotécnicos.
Fabricación, soldadura, rebabado y pulido de objetos de plomo o de sus aleaciones.
Soldadura y estañado con ayuda de aleaciones de plomo.
Composición de vidrios al plomo.
Trabajos de imprenta, especialmente en cajas de componer y en la limpieza y desescoriado
de cubas.
Recuperación de plomo viejo y de metales plumbíferos.
Fabricación de zinc; fusión de zinc viejo y de plomo en lingotes.
Trabajos de fontanería.
Talla de diamantes donde se usen «gotas» de plomo.
Cromolitografía, efectuada con polvos plumbíferos.
Utilización de compuestos orgánicos de plomo en la fabricación de materias plásticas
(estearato de plomo utilizado como estabilizador del cloruro de polivinilo, etc.).
Trabajos con soplete de materias recubiertas con pinturas plumbíferas.
Temple en baño de plomo y trefilado de los aceros templados en el baño de plomo.
Revestimiento de metales por pulverización de plomo o el llenado de vacíos.
Fabricación y manipulación de derivados alcoilados del plomo (plomo tetrametilo, plomo
tetraetilo): preparación de las gasolinas que los contengan y limpieza de los tanques.
Vidriado y decoración de productos cerámicos por compuestos de plomo.
Preparación y empleo de insecticidas con arseniato de plomo.
2. Mercurio y sus
compuestos.
Extracción, tratamiento, preparación, empleo y manipulación del mercurio, de sus
amalgamas, de sus combinaciones y de todo producto que lo contenga y especialmente:
Extracción y recuperación del metal en las minas y en los residuos industriales.
Tratamiento de minerales auríferos y argentíferos.
Fabricación y reparación de termómetros, barómetros, bombas de mercurio, lámparas de
incandescencia, lámparas radiofónicas, tubos radiográficos, rectificadores de corriente
y otros aparatos.
Preparación de zinc amalgamado para pilas eléctricas.
Fabricación y reparación de acumuladores eléctricos de mercurio.
Empleo del mercurio o de sus compuestos como catalizadores.
Electrólisis con mercurio.
Preparación de amalgamas y compuestos del mercurio.
Fabricación y empleo de pigmentos y pinturas anticorrosivas a base de cinabrio.
Preparación y tratamiento de los pelos en pieles y materias análogas.
Dorado, plateado, estañado, bronceado y damasquinado con ayuda del mercurio o sus sales.
Preparación y empleo de fungicidas para la conservación de los granos.
Fabricación y empleo de cebos de fulminatos de mercurio.
Trabajo que requiere el empleo de amalgamas en consultorios odontológicos.
Trabajos en laboratorio de fotografía.
3. Cadmio y sus
compuestos.
Preparación y empleo industrial del cadmio y esencialmente:
Preparación del cadmio por procesado de zinc, cobre o plomo.
Fabricación de acumuladores de níquel-cadmio.
Fabricación de pigmentos cadmíferos para pinturas, esmaltes, materias plásticas, papel,
caucho, pirotecnia.
Fabricación de lámparas fluorescentes.
Galvanoplastia de otros metales.
Soldadura con aleaciones de cadmio-plata.
Oxicorte de piezas cadmiadas.
Procesado de residuos que contengan cadmio.
Fabricación de barras de control de reactivos nucleares.
Fabricación de células fotoeléctricas.
Fabricación de barras de soldadura.
4. Manganeso y sus
compuestos.
Extracción, preparación, transporte, manipulación y empleo del manganeso y sus
compuestos y especialmente:
Extracción, manipulación, transporte y tratamiento de la pirolusita, la manganita, el
silomelano y la rodoprosita.
Fabricación de aleaciones ferrosas y no ferrosas con bióxido de manganeso, especialmente
de ferromanganeso (acero Martín - Siemens).
Fabricación de pilas secas.
Fabricación de vidrio al manganeso.
Fabricación de briquetas de manganeso.
Soldadura con compuestos de manganeso.
Preparación de esmaltes.
Preparación de permanganato potásico.
Fabricación de colorantes y secantes que contengan compuestos.
Envejecimiento de tejas.
Manipulación y transporte de escorias Thomas.
Preparación, utilización, manutención y transportes de abonos con sulfato de manganeso.
5. Cromo y sus
compuestos.
Preparación, empleo y manipulación de los compuestos de cromo hexavalente, especialmente
los cromatos y bicromatos de sodio y potasio y el ácido crómico.
Fabricación y empleo de pigmentos, colorantes y pinturas a base de compuestos de cromo.
Empleo de barnices a base de cromo en ebanistería.
Pintado de tejidos en que se emplee cromatos.
Curtido al cromo de pieles.
Preparación de clichés de fotograbado por coloides bicromados.
Fabricación de cerillas o fósforos.
Galvanoplastia y tratamiento de superficies de metales con cromo.
Decapado y limpieza de metales y vidrios (ácido sulfocrómico o ácido crómico).
Fabricación de cromatos alcalinos.
Litograbados.
Cromado electrolítico.
Fabricación de aceros inoxidables.
6. Níquel y sus
compuestos.
Producción de níquel por el proceso Mond.
Niquelado electrolítico de los metales.
Trabajos de bisutería.
Fabricación de aleaciones con níquel (cobre, manganeso, zinc, cromo, hierro, molibdeno)
y su utilización en piezas de moneda, de utensilios de cocina, menaje, etc.
Fabricación de aceros especiales al níquel (ferroníquel) resistentes a la corrosión,
en siderurgia y en fundición de aceros moldeados y su utilización en la fabricación de
ruedas de autos.
Galvanización electrolítica (niquelado).
Fabricación de acumuladores al níquel-cadmio.
Empleo como catalizador en la industria química.
7. Berilio (glucinio)
y sus compuestos.
Manipulación y empleo del berilio y sus compuestos (floruro doble de glucinio y sodio) y
especialmente:
Extracción del berilio de los minerales.
Preparación de aleaciones y compuestos del berilio.
Fabricación de fósforos para tubos fluorescentes, filamentos de lámparas
incandescentes, pantallas de rayos X y porcelanas para aisladores eléctricos.
Fabricación de cristales, cerámicas, porcelanas y productos altamente refractarios.
Fabricación de moderadores para la industria de pilas atómicas.
Fabricación de cohetes, vehículos e instrumentos de orientación para la navegación
espacial.
8. Talio y sus
compuestos.
Extracción del talio de minerales de pirita.
Preparación, manipulación y empleo de rodenticidas.
Producción y empleo de sales de talio.
Utilización del talio y sus compuestos en la industria farmacéutica, industria del
vidrio, en la fabricación de colorantes y pigmentos y en la pirotécnia.
Fabricación de células fotoeléctricas sensibles al infrarrojo.
9. Vanadio y sus
compuestos.
Obtención y empleo del vanadio y sus compuestos o de productos que lo contengan y
especialmente:
Producción de vanadio metálico.
Empleo de óxidos de vanadio como catalizadores en procesos de oxidación de la industria
química y como reveladores y sensibilizadores fotográficos.
Limpiezas de calderas y tanques, hornos de fuel-oil.
Preparación de pentóxido de vanadio usado entre otros fines en la producción de
ferro-vanadio.
Tratamiento de minerales de aluminio.
10. Fósforo y sus
compuestos.
Preparación, empleo y manipulación del fósforo, y especialmente:
Fabricación, empleo y manipulación del fósforo blanco.
Fabricación del fósforo rojo.
Procesos en que puede producirse fosfina, tales como la generación de acetileno, la
limpieza de metales con ácido fosfórico, etc.
Fabricación de juguetes detonadores con empleo de fósforo blanco.
Fabricación y empleo de sesquisulfuro de fósforo, especialmente la manufactura de
cerillas.
Fabricación y utilización de insecticidas o rodenticidas que contengan fósforo o sus
compuestos.
Fabricación de abonos fosfatados por vía sintética.
Utilización del fósforo en la industria química o farmacéutica.
Extracción del fósforo de los minerales que lo contienen y de los huesos.
Fabricación y utilización de ferrosilíceo, manganosilíceo, carburos de calcio y de
cianamida cálcica cuando contienen residuos de fósforo y cuando esas operaciones se
hacen en presencia de humedad.
Utilización del ácido fosfórico y de compuestos inorgánicos de fósforo, en particular
en las industrias químicas, gráficas y en la preparación de ciertos productos
agrícolas (abonos).
11. Arsénico y sus
compuestos.
Preparación, empleo y manipulación del arsénico, y especialmente:
Calcinación, fundición y refino de minerales arseníferos.
Fabricación y empleo de insecticidas y anticriptogámicos que contengan compuestos de
arsénico.
Fabricación y empleo de colorantes y pinturas que contengan compuestos de arsénico
(industrias de pinturas, vidrio, papeles pintados, flores artificiales, tintado de
tejidos, piedras falsas, bronceado artificial, etc.).
Tratamiento de cueros y maderas con agentes de conservación a base de compuestos
arsenicales (especialmente oropimente).
Conservaciones de pieles.
Pirotecnia.
Catalización en cerámica.
Tratamiento de minerales en que se desprenda arsenamina.
Industria farmacéutica.
Preparación del ácido sulfúrico partiendo de piritas arsénicas.
Empleo del anhídrido arsenioso en la fabricación del vidrio.
Tratamiento de minerales arsenicales con desprendimiento de hidrógeno arseniado (arsina).
Preparación y empleo de arsinas.
Fabricación de acero al silicio.
Desincrustado de calderas.
Decapado de metales.
Inflado de balones con hidrógeno impuro.
Limpieza de metales.
Revestimiento electrolítico de metales.
Industria de caucho.
12. Cloro y sus
compuestos inorgánicos.
Producción, empleo y manipulación del cloro y de sus compuestos inorgánicos, y
principalmente:
Proceso electrolítico de producción de cloro.
Proceso de blanqueo y decoloración en las industrias textil, papelera y de fibras
artificiales.
Producción de cloratos metálicos (aluminio, férrico, etc.).
Pirotecnia.
Fabricación de cerillas y fulminantes.
Empleo como herbicida y defoliante.
Extracción y licuefacción del cloro.
Transportes y manipulación del cloro licuado.
Fabricación de derivados clorados en la industria química y farmacéutica.
13. Bromo y sus
compuestos inorgánicos.
Producción, empleo y manipulación del bromo y de sus compuestos inorgánicos, y
principalmente:
Producción del bromo por desplazamiento del cloro.
Producción de compuestos inorgánicos del bromo.
Fabricación de aditivos combustibles.
Utilización de bromuros inorgánicos como agentes reductores y catalizadores.
Procesos de blanqueo de las fibras y de la seda.
14. Yodo y sus compuestos
inorgánicos.
Producción, empleo y manipulación de yodo y de sus compuestos inorgánicos y
especialmente:
Utilización del yodo como agente oxidante.
Fabricación de películas fotográficas.
Extracción del yodo a partir de algas, del salitre de Chile, y en el curso de ciertas
operaciones como el refinado de petróleo.
Utilización en la industria química, farmacéutica y fotográfica.
15. Flúor y sus
compuestos.
Extracción de minerales fluorados, fabricación del ácido fluorhídrico, manipulación y
empleo de él o de sus derivados y especialmente:
Extracción de los compuestos de flúor de los minerales (espato-flúor y criolita).
Fabricación del aluminio en presencia de criolita.
Fabricación de los compuestos de flúor y su utilización en la extracción y refinado de
metales.
Empleo de los fluoruros en las fundiciones y para recubrir las varillas soldadoras.
Empleo de ácido fluorhídrico en los procesos químicos, como agente de ataque (grabado
del vidrio, etc.).
Empleo de fluoruros como mordiente en el tintado de la lana.
Conservas de jugos de frutas, azúcares, espiritosos, etc.
Empleo de compuestos de flúor como insecticida, pesticida y para conservación de la
madera.
16. Ácido nítrico.
Fabricación de ácido nítrico.
Producción de abonos orgánicos, explosivos, nitrocelulosa, seda artificial y cuero
sintético, barniz, lacas, colorantes y colodium.
Decapado, fijación, mordentado, afinado damasquinado, revestimiento electrolítico de
metales.
El grabado al agua fuerte.
Fabricación de fieltros y perlas de vidrio.
17. Óxidos de azufre.
Todos los trabajos que impliquen la utilización de ácido nítrico y en particular: la
fabricación de ácido sulfúrico, de colorantes sintéticos, de materia plástica, de
hidrocarburos nitrado, de explosivos, de productos farmacéuticos, etc.
Utilización de lámparas de arco, de electricidad de alta tensión, etc.
Pulido de cobre, barnizado de aluminio, decapado de metales, grabado, fotograbado,
preparación de fieltro, soldadura autógena, galvanoplastia.
Ensilado de cereales.
18. Amoníaco.
Producción de abonos artificiales.
Fabricación de urea y ácido nítrico.
Preparación de ciertos residuos sintéticos del tipo ceraformol.
Fabricación de hielo artificial, utilizando amoníaco como refrigerante.
Fabricación de sosa (procedimiento Solvay).
Los hornos de coque, fábricas de gas.
Utilización como decapante en pintura.
19. Anhídrido sulfuroso.
Producción de ácido sulfúrico.
Refino de minerales ricos en azufre.
Procesos en que interviene la combustión de carbones ricos en azufre.
20. Ácido sulfúrico.
Producción, almacenamiento y manipulación de ácido sulfúrico.
21. Ácido sulfídrico.
Trabajos en fosas de putrefacción de mataderos e instalaciones de curtidos.
Trabajos de exhumación de cadáveres.
Trabajos de alcantarillado y cloacas.
Enfriado del cáñamo y del esparto.
Procesos de la industria química en que interviene el hidrógeno sulfurado.
Fabricación de fibras textiles sintéticas.
Refinerías de petróleo.
Fabricación de gases industriales.
Refinerías de azúcar.
22. Sulfuro de
carbono.
Fabricación, manipulación y empleo del sulfuro de carbono y de los productos que lo
contengan y especialmente:
Fabricación de la seda artificial del tipo viscosa, rayón, del fibran, del celofán.
Fabricación de masquites y colas.
Preparación de la carbanilina como aceleradora de la vulcanización en frío.
Empleo como disolvente de grasas, aceites, resinas, ceras y gutapercha.
Fabricación de cerillas.
Fabricación de productos farmacéuticos y cosméticos que contengan sulfuro de carbono.
Manipulación y empleo del sulfuro de carbono o productos que lo contengan, como
insecticidas o parasiticidas en los trabajos de tratamiento de suelos o en el almacenado
de productos agrícolas.
Preparación de ciertos rodenticidas.
Extracción de aceites volátiles de las flores.
23. Óxido de carbono.
Trabajos en locales o puestos cuya ventilación natural o forzada no logre impedir una
concentración continuada de 50 centímetros cúbicos de óxido de carbono por metro
cúbico de aire, a la altura de la zona de aspiración de los trabajadores y
especialmente:
Producción, depuración y almacenamiento de gas del alumbrado.
Trabajos en fundición y limpieza de hornos.
Trabajos en soldadura y corte.
Trabajos en presencia de motores de explosión.
Trabajos en calderas navales, industriales y domésticas.
Industrias que emplean como combustibles cualquier gas industrial.
Trabajos en garajes, depósitos y talleres de reparación.
Conducción de máquinas a motor provistas de habitáculos cerrados y mal aislados.
Incendios y explosiones (sobre todo en espacios cerrados, en los túneles y en las minas).
Trabajos de instalaciones de calefacción defectuosas o mal diseñadas.
Reparación de conductos de gas.
Utilización de medios de calefacción.
Utilización de medios de calefacción o combustión libre.
24. Oxicloruro de
carbono.
Procesos de síntesis industriales en que se utilice oxicloruro de carbono.
Fabricación de insecticidas.
Procesos industriales en que se utilicen hidrocarburos clorados.
Utilización de oxicloruro de carbono y sus compuestos en la industria química
(preparación de productos farmacéuticos, de materias colorantes, etc.).
Desprendimiento de fosgeno por pirólisis de numerosos derivados organoclorados, como el
tetracloruro de carbono, el cloroformo, tetracloroetano, tricloroetileno, etc.
25. Ácido cianhídrico, cianuros
y compuestos de cianógeno.
Preparación de ácido cianhídrico líquido, cianuros, ferrocianuros y otros derivados.
Utilización del ácido cianhídrico gaseoso en la lucha contra los insectos parásitos en
agricultura y contra los roedores.
La obtención de metales preciosos (oro y plata) por cianuración.
Empleo de cianuros en las operaciones de galvanoplastia (niquelado, cadmiado, cobrizado,
etc.).
Tratamiento térmico de piezas metálicas.
Fabricación de «plexiglás» (acetona-cianhidrina).
Utilización de acrilonitilo como pesticida y en la fabricación de ciertas fibras
sintéticas.
Fabricación y manipulación de cianamida cálcica y su utilización como abono.
26. Hidrocarburos
alifáticos saturados o no, cíclicos o no, constituyentes del éter, del petróleo y de
la gasolina.
Destilación y refinado del petróleo.
«El cracking» y el «reforming», procedimientos destinados esencialmente a modificar la
estructura de los hidrocarburos.
Utilización de los productos de destilación como solventes, carburantes, combustibles y
desengrasantes.
27. Derivados halogenados
de los hidrocarburos alifáticos, saturados o no; cíclicos o no.
Preparación, manipulación y empleo de los hidrocarburos clorados y bromados de la serie
alifática y de los productos que lo contengan, y especialmente:
Empleo como agentes de extracción y como disolventes: grasas, ceras, aceites, azufre,
resinas, lacas, barnices, asfaltos, brea, materias plásticas y otros compuestos
orgánicos, fibras artificiales (celulosa), para el desengrasado y limpieza de piezas
metálicas, como productos de limpieza y desengrasado en tintorerías.
Fabricación y reparación de aparatos e instalaciones frigoríficas.
Utilización de pesticidas, especialmente por pulverización.
Fabricación de ciertos desinfectantes, anestésicos, antisépticos, y otros productos de
la industria farmacéutica.
Fabricación y utilización de pinturas, solventes, disolventes, decapantes, etc.
Reparación y relleno de aparatos extintores de incendios.
Preparación y empleo de lociones de peluquería.
28. Alcoholes.
Fabricación de alcohol y sus compuestos halogenados.
Fabricación y utilización de disolventes o diluentes para los colorantes, pinturas,
lacas, barnices, resinas naturales y sintéticos, desengrasantes y quita-manchas.
Fabricación y utilización de barnices y capas aislantes para la industria eléctrica
(diacetona-alcohol, alcohol acetona). Fabricación de colores de anilina (metanol).
Utilización de las síntesis orgánicas.
Industria de cosméticos, perfumes y jabones.
Fabricación de esencias de frutas.
Industria farmacéutica.
Fabricación de líquidos anticongelantes, de líquidos de frenos hidráulicos, de
lubricantes sintéticos, etc.
Industria del caucho, y de los cueros sintéticos.
Industria de fibras textiles artificiales como solvente del celuloide y del acetato de
celulosa.
Fabricación del formaldehído.
Utilización de alcoholes como agentes deshidratantes o antigerminativos.
Industria de explosivos.
Industria de la refinería de petróleo.
29. Glicoles.
Fabricación de glicoles y poliglicoles, de sus derivados y de sus acetatos.
Utilización en la industria química como productos intermedios en numerosas síntesis
orgánicas, como disolventes de lacas, resinas, barnices celulósicos de secado rápido,
de ciertas pinturas, pigmentos, nitrocelulosa y acetatos de celulosa.
Utilización en la industria farmacéutica como vehículo de ciertos medicamentos,
desodorantes, desinfectantes y bactericidas.
La industria de cosméticos, fabricación y utilización de anticongelantes, de líquidos
de sistemas hidráulicos y de líquidos de frenos.
Fabricación de ciertas esencias, extractos en la industria alimentaria.
Industria textil para dar la flexibilidad a los tejidos y preparación para la textura e
impresión de tejidos a base de acetatos de celulosa, así como en la preparación y
utilización de ciertos almidones sintéticos.
Fabricación de condensadores electrolíticos.
Preparación de ciertas películas y placas en la industria fotográfica.
Industria de explosivos y caucho sintético.
30. Éteres y sus
derivados.
Producción de éteres y de sus derivados halogenados.
Utilización en la industria química como disolventes de ceras, grasas, etc., y en la
fabricación del colodium para la extracción de la nicotina.
Industria farmacéutica para la extracción de alcaloides, como agente de esterilización
y como anestésicos.
Industria de fibras textiles artificiales, como disolventes del acetato de celulosa, para
la preparación de tejidos, para la tintura.
Industria del calzado como quitamanchas.
Industria de la perfumería, caucho, fotografía y materias plásticas.
Fabricación y utilización de disolventes y decapantes para las pinturas y barnices.
31. Cetonas.
Producción de cetonas y sus derivados.
Su utilización como agentes de extracción, como materia prima o intermedia en numerosas
síntesis orgánicas, como disolventes.
Fabricación de fibras textiles artificiales, seda y cueros artificiales, limpieza y
preparación de tejidos para la tintura.
Fabricación de celuloide.
Industria farmacéutica.
Industria de perfumería y de los cosméticos.
Industria del caucho sintético y de explosivos.
Fabricación de productos de limpieza.
32. Ésteres
orgánicos y sus derivados halogenados.
Fabricación de ésteres orgánicos.
Industria química como disolventes, plastificantes, y adhesivos (tricresilfosfato), como
sustitutos de acetona y como productos intermedios en la síntesis orgánica.
Industria de los papeles pintados y revestimientos plásticos.
En la fabricación de lacas de uñas y perfumes, esencias de frutas, en las industrias de
cristales de seguridad.
Utilización como aditivos de carburantes y de aceites de motor.
Industria farmacéutica como vehículos en ciertos bactericidas y fumigantes.
33. Ácidos
orgánicos.
Fabricación de ácidos orgánicos y de sus sales.
Empleo en la industria textil, química y alimentaria.
Fabricación del ácido acetilsalicílico.
Empleo en la industria metalúrgica, del caucho y en fotografía.
Fabricación de productos quitamanchas.
34. Aldehídos.
Fabricación de aldehídos y sus compuestos.
Empleo en la industria química, textil y farmacéutica.
Utilización del formol como agente desinfectante, desodorante, bactericida, etc.
Utilización del acetaldehído en la fabricación del vinagre y en el azogado de espejos.
Utilización de la acroleina en las fábricas de jabón, en la galvanoplastia, en la
soldadura de piezas metálicas.
Fabricación y empleo de metaceta-aldehído como combustible y pesticida en la
agricultura.
35. Nitroderivados
alifáticos.
Empleo como disolventes; como aditivos de ciertos explosivos, pesticidas y fungicidas.
36. Ésteres del ácido nítrico.
Fabricación, mezcla de los constituyentes y rellenado de cartuchos con explosivos.
Empleo en la industria farmacéutica.
37. Benceno, tolueno,
xileno y otros homólogos del benceno.
Fabricación, extracción, rectificación, empleo y manipulación del benceno y de sus
homólogos (xileno, tolueno), y especialmente:
Empleo del benceno y sus homólogos para la preparación de sus derivados utilizados en
las industrias de materias colorantes, perfumes, explosivos, productos farmacéuticos,
etc.
Empleo del benceno y sus homólogos como decapante, como diluente, como disolvente para la
extracción de aceites, grasas alcaloides, resinas, desengrasado de pieles, tejidos,
huesos, piezas metálicas, caucho, etc.
Preparación y empleo de disoluciones de caucho y empleo del benceno y de sus homólogos
en la fabricación y reparación de neumáticos, tejidos impermeables, cámaras
neumáticas, zapatos, sombreros.
Fabricación y aplicación de barnices, pinturas, esmaltes, tintes de imprenta, lacas
celulósicas.
Limpieza en seco.
Preparación de carburantes que contengan bencenos o sus homólogos.
Fabricación de colas y adhesivos.
38. Naftaleno y sus
homólogos.
Extracción del naftaleno, durante la destilación del alquitrán de hulla.
Utilización como productos de base para la fabricación del ácido ftálico, de
naftaleno, hidrogenados y de materias plásticas.
Utilización como insecticida y conservación de la madera.
41. Aminas (primarias,
secundarias, terciarias, eterocíclicas) e hidracinas aromáticas y sus derivados
halógenos, fenólicos, nitrosados, nitrados y sulfonados.
Fabricación de estas sustancias y su utilización como productos intermediarios en la
industria de colorantes sintéticos y en numerosas síntesis orgánicas, en la industria
química, en la industria de insecticidas, en la industria farmacéutica, etc.
Fabricación y utilización de derivados utilizados como aceleradores y como antioxidantes
en la industria del caucho.
Fabricación de ciertos explosivos.
Utilización como colorantes en la industria del cuero, de pieles del calzado, de
productos capilares, etc., así como en papelería y en productos de peluquería.
Utilización de reveladores (paraminofenoles) en la industria fotográfica.
42. Poliuretanos
(isocianatos).
Trabajos que exponen a la inhalación de isocianatos orgánicos y especialmente:
Fabricación y aplicación de toluen-diisocianato y de difenilmetano-diisocianato.
Trabajos de laquear parquet y de acuchillarlos.
Laqueado de papel, tejidos, cuero, gomas, hilos conductores.
Fabricación y empleo de pegamentos que contengan isocianatos.
Fabricación de espumas de poliuretano y su aplicación en estado líquido.
Fabricación de fibras sintéticas y de caucho sintético.
43. Nitroderivados
de los hidrocarburos aromáticos y de los fenoles.
Las principales fuentes profesionales de riesgo son prácticamente las mencionadas para
las aminas aromáticas.
Los nitroderivados son ampliamente utilizados en la industria de explosivos (nitrobenceno,
trinitrotolueno dinitrofenol), en la agricultura como herbicidas (dínitro-ortocresol) y
en la fabricación de ciertos colorantes negros sulfonados (dinitrofenoles).
1. Cáncer cutáneo y lesiones cutáneas
precancerosas debidas al hollín, alquitrán, betún, brea, antraceno, aceites minerales,
parafina bruta y a los compuestos, productos, y residuos de estas sustancias y a otros
factores carcinógenos.
Destilación de la hulla.
Limpieza, deshollinado y reparación de chimeneas y otros conductos de evacuación de
humos de combustibles.
Fabricación de bolas y briquetas de carbón por mezcla de polvo de carbón con un 8-10%
de brea.
Asfaltado y alquitranado de carreteras, calafateado de barcos.
Fabricación de tubos, de placas, de revestimientos del suelo y de recipientes, obtenidos
por mezcla en caliente de brea y de materias silíceas.
Fabricación de cartones bituminosos, de papel alquitranado, de tejidos y otras materias
impregnadas que se utilizan como aislantes.
Impregnación de la madera con alquitrán o aceite de antraceno.
Fabricación de ciertos colorantes y revestimientos.
2. Afecciones cutáneas provocadas en
el medio profesional por sustancias no consideradas en otros apartados.
Toda industria o trabajo en el que se entre en contacto con sustancias sólidas o
líquidas, polvos, vapores, etc., en cualquier tipo de actividad.
a) Silicosis,
asociada o no a tuberculosis pulmonar
Trabajos expuestos a la inhalación de polvo de sílice libre, y especialmente:
Trabajos en minas, túneles, canteras, galerías.
Tallado y pulido de rocas silíceas, trabajos en canterías.
Trabajos en seco, de trituración, tamizado y manipulación de minerales o rocas.
Fabricación de carborundo, vidrio, porcelana, loza y otros productos cerámicos,
fabricación y conservación de los ladrillos refractarios a base de sílice.
Fabricación y manutención de abrasivos y de polvos detergentes.
Trabajos de desmoldeo, desbarbado y desarenado en las fundiciones.
Trabajos con muelas (pulido, afinado), que contengan sílice libre.
Trabajos en chorro de arena y esmeril.
b) Asbestosis,
asociada o no a la tuberculosis pulmonar o al cáncer de pulmón
Trabajos expuestos a la inhalación de polvos de amianto (asbesto) y especialmente:
Trabajos de extracción, manipulación y tratamiento de minerales o rocas amiantíferas.
Fabricación de tejidos, cartones y papeles de amianto.
Tratamiento preparatorio de fibras de amianto (cardado, hilado, tramado, etc.).
Aplicación de amianto a pistola (chimeneas, fondos de automóviles y vagones).
Trabajos de aislamiento térmico en construcción naval y de edificios y su destrucción.
Fabricación de guarniciones para frenos y embragues, de productos de fibrocemento, de
equipos contra incendios, de filtros y cartón de amianto, de juntas de amianto y caucho.
Desmontaje y demolición de instalaciones que contengan amianto.
c) Neumoconiosis
debida a los polvos de silicato
Trabajos expuestos a la inhalación de polvos de silicaco y especialmente:
Trabajos de extracción, manipulación y tratamiento de minerales que liberen polvo de
silicatos.
Industria del caucho, del papel, del linóleo, cartón y de ciertas especies de
fibro-cemento.
Industrias de pieles.
Industrias de la porcelana y de la cerámica (caolín).
Industria de perfumes y productos de belleza, fábricas de jabones y en joyerías.
Industria química y farmacéutica (utilización de la permutita y bentonita).
Industria metalúrgica (utilización de la bentonita, polvos de olivino y de circonio),
para el moldeado y limpieza de fundiciones.
d) Cannabosis y bagazosis
Trabajos en los que se manipula el cáñamo y el bagazo de la caña de azúcar.
2. Afecciones
broncopulmonares debidas a los polvos o humos de aluminio o de sus compuestos.
Extracción del aluminio a partir de sus minerales, en particular de la separación por
fusión electrolítica del óxido de aluminio, de la bauxita (fabricación de coridón
artificial).
Preparación de polvos de aluminio, especialmente el polvo fino (operaciones, demolido,
cribado y mezclas).
Preparación de aleaciones de aluminio.
Preparación de tintas de imprimir a partir del pigmento extraído de los residuos de los
baños de fusión de la bauxita.
Fabricación y manipulación de abrasivos de aluminio.
Fabricación de artefactos pirotécnicos con granos de aluminio.
Utilización del hidrato de aluminio en la industria papelera (preparación del sulfato de
aluminio), en el tratamiento de aguas, en la industria textil (capa impermeabilizante), en
las refinerías de petróleo (preparación y utilización de ciertos catalizadores) y en
numerosas industrias donde el aluminio y sus compuestos entran en la composición de
numerosas aleaciones.
3. Afecciones
broncopulmonares debidas a los polvos de metales duros, talco, etc.
Trabajos de mezclado, tamizado, moldeado y rectificado de carburos de tungsteno, titanio,
tántalo vanadio, y molibdeno aglutinados con cobalto, hierro o níquel.
Soldadura al arco eléctrico en espacios confinados.
Pulidores de metales que utilizan óxido de hierro.
Trabajos de explotación de minas de hierro cuyo contenido en sílice sea prácticamente
nulo.
Trabajos expuestos a la inhalación de talco cuando está combinado con tremolita,
serpentina o antofilita.
Operaciones de molido y ensacado de la barita.
4. Afecciones
broncopulmonares causadas por los polvos de escorias Thomas.
Obtención y empleo de escorias Thomas y especialmente:
Molido, triturado, ensacado, transporte, almacenado y mezcla con otros abonos.
5. Asma
provocado en el medio profesional por las sustancias no incluidas en otros apartados.
Exposición a productos de origen vegetal o animal y a ciertas sustancias químicas en
diversas actividades y especialmente en:
Fabricación de fieltros.
Tratamiento de cuero y plumas. Apicultura (veneno de abejas).
Manipulación de harina.
Manipulación de algodón, lino y cáñamo.
Manipulación de maderas exóticas.
Actividades agrícolas (plumas, pelos, polvos de cereales, etc.).
Actividades en la industria farmacéutica, droguerías, perfumerías e institutos de
belleza.
Médicos y veterinarios, así como el personal para médicos biológicos y personal de
laboratorio.
Industrias de metales y de las máquinas-herramienta.
Trabajos domésticos.
Inhalación repetida de ciertos agentes químicos como: acroleína, isocianatos, formol,
parafenilindimina, anhídrido ftálico, vanadio, sales de platino, oxicloruro de fósforo
y ciertos productos orgánicos complejos, como el ricino, goma arábiga, ipecacuana, etc.
Fabricación y empleo de antibióticos.
Fabricación y empleo de materias plásticas.
Fabricación y empleo de aminas aromáticas y alifáticas.
Fabricación y empleo de enzimas proteolíticas.
6. Enfermedades
causadas por irritación de las vías aéreas superiores por inhalación o ingestión
de polvos, líquidos gases o vapores.
Trabajos en los que exista exposición a polvos, líquidos, gases o vapores irritantes de
las vías aéreas superiores.
1. Helmintiasis,
anquilostomiasis doudenal, anguillulosia.
Trabajos subterráneos, túneles, minas, galerías, cuevas de champiñones, etc.
Trabajos en zonas pantanosas, arrozales, salinas.
2. Paludismo,
amebiasis, tripanosomiasis, dengue, fiebre papataci, fiebre recurrente, fiebre amarilla,
peste, leish-maniosis, pian, tifus exantemático y otras ricketsiosis:
Trabajos en zonas donde estas afecciones son endémicas.
3. Enfermedades infecciosas o parasitarias
transmitidas al hombre por los animales o por sus productos y cadáveres (para el tétanos se incluirán también los trabajos con excretas humanas o
animales).
Trabajos susceptibles de poner en contacto directo con animales, vectores o reservorios de
la infección o sus cadáveres.
Manipulación o empleo de despojos de animales.
Carga, descarga o transporte de mercancías.
Este párrafo ha sido redactado por el R.D. 2821/1981, de 27 de noviembre (BOE de 1 de
diciembre), por el que se modifica el párrafo cuarto, punto tercero, del apartado D) del
R.D. 1995/1978, de 12 de mayo.
Personal al servicio de laboratorios de investigación biológica o biología clínica
(humana o veterinaria) y especialmente los que comporten utilización o cría de animales
con fines científicos.
Personal sanitario al servicio de hospitales, sanatorios y laboratorios.
4. Enfermedades infecciosas y parasitarias
del personal que se ocupa de la prevención, asistencia y cuidado
de enfermos y en la investigación.
Trabajos de personal sanitario y auxiliar que contacten con estos enfermos, tanto en
instituciones cerradas, abiertas y servicios a domicilio.
Trabajos en laboratorios de investigación y de análisis clínicos.
Trabajos de toma, manipulación o empleo de sangre humana o de sus derivados y aquellos
otros que entrañen contacto directo con estos enfermos (hepatitis vírica).
Dentro de este grupo se encuentran aquellas enfermedades
producidas por factores medioambientales como: ruidos, vibraciones, estrés térmico,
presión atmosférica, radiaciones ionizantes, etc.
De acuerdo con lo expuesto las enfermedades profesionales producidas por los agentes
físicos podemos clasificarlas en:
Enfermedades producidas por agentes térmicos.
Enfermedades producidas por la presión atmosférica.
Enfermedades producidas por las vibraciones mecánicas.
Enfermedades producidas por las radiaciones ionizantes.
Enfermedades producidas por el ruido.
Como sabemos el hombre es un animal de sangre caliente que mantiene casi constantemente
la temperatura del cuerpo a 37º a pesar de las variaciones del ambiente.
Si bien órganos vitales como el corazón o el cerebro sólo toleran pequeñas variaciones
de temperatura, otros, como la piel, toleran márgenes de temperatura mucho más amplios
lo que le permite actuar como regulador del equilibrio térmico del cuerpo.
Este equilibrio térmico tiene lugar mediante los procesos de «termoproducción»
(mediante los alimentos) y «termoeliminación» (mediante el sudor), por lo que la
alimentación y el vestido juegan un papel fundamental en la adaptación y acomodación a
las temperaturas extremas.
a) Enfermedades producidas por las altas temperaturas
Cuando las temperatura del cuerpo aumenta por encontrarse el trabajador en un ambiente
caluroso, el organismo actúa para mantener su temperatura normal, fundamentalmente:
aumentando la circulación de la sangre para transportar calor del cuerpo a la superficie
de la piel y perderlo por radiación (acelerando el ritmo cardíaco, con la consiguiente
fatiga para el corazón), aumentando el sudor para rebajar la temperatura por
evaporación, lo que debe compensarse ingiriendo agua y sal, ya que el sudor contiene un
5% de cloruro sódico y disminuyendo su actividad física y rendimiento.
Se presentan en industrias con hornos de fusión, fabricación de cemento, fundiciones,
etc., en la que no existe humedad o en aquellas otras donde se combina con un exceso de
humedad, como lavanderías, destilerías, azucareras, conservas, etc., pudiendo dar lugar
también a lesiones locales o generales como:
Locales: lesiones locales agudas, oculares, calambres,...
Generales: golpe de calor, insolación, agotamiento por calor, síncope
(desvanecimiento) y paro cardíaco.
La exposición prolongada durante años a temperaturas elevadas hace que la piel pierda su
elasticidad y humedad, apareciendo arrugas que hacen que el trabajador presente el aspecto
de tener más edad que la que realmente tiene, dando lugar a la enfermedad del trabajo,
aunque no profesional, denominada envejecimiento prematuro.
b) Enfermedades producidas por las bajas temperaturas
Cuando la temperatura del cuerpo desciende, se produce en el organismo el fenómeno
inverso al descrito anteriormente. Se reduce la circulación de la sangre para disminuir
las pérdidas de temperatura y se produce una vasoconstricción de la piel para reducir la
superficie de radiación.
Si la temperatura del cuerpo baja de los 34º el trabajador puede quedar semiinconsciente,
resultándole doloroso el movimiento, al bajar de 31º llega a perder la conciencia y por
debajo de los 28º se produce la muerte por fibrilación del corazón.
Se presenta en los trabajos en cámaras frigoríficas, fabricación de hielo, marineros,
alpinistas, etc., y pueden dar lugar a lesiones locales o generales tales como:
Locales: congelaciones, reacciones inflamatorias, etc.
Generales: enfriamiento general, enfriamiento a frigore (reumatismo, bronquitis,
conjuntivitis, otitis, etc.), hipotermia accidental, etc.
Se presenta en los trabajadores sometidos a hiperpresión, bien en cajones (tubistas) o
con escafandras (buzos) o en los sometidos a hipopresión atmosférica, a miles de metros
por encima del nivel del mar (aviadores, alpinistas, etc.).
Generalmente las manifestaciones patológicas tienen lugar durante la descompresión o en
el período posterior.
Como enfermedad más significativa por hiperpresión podemos citar los accidentes
osteoarticulares, localizados en las articulaciones de cadera y hombro, consistentes en
limitaciones del movimiento que pueden aparecer incluso meses después del golpe de
presión.
La etapa más grave de la enfermedad por descompresión se caracteriza por una
inestabilidad vasomotora que puede llegar al colapso circulatorio, shock y coma.
Como enfermedad más importante por hipopresión citaremos la edema pulmonar, rara y
grave, producida por la exposición rápida a alturas superiores a 2700 m, el mal de los
aviadores, producido por alturas superiores a 2500 m, pudiendo llegar al coma de las
alturas a los 7000 m, el mal de las montañas, acusado en las personas no aclimatadas, que
se suele presentar en las personas que residen en alturas por encima de los 5000 m y cuyas
manifestaciones más generales son enrojecimiento de la piel, hemorragia por la nariz,
encías y pulmones, vómitos, mareos, pérdida del equilibrio e incluso en algunos casos
puede llegar a producir la muerte.
Como hemos visto en anterior tema, las vibraciones mecánicas, dependiendo de su
frecuencia, producen diferentes efectos sobre el organismo.
Se presentan fundamentalmente en grupos de trabajadores como picapedreros, mineros, etc.,
sometidos a vibraciones que en ocasiones pueden afectar a todo el cuerpo, ya que las
vibraciones se transmiten a través del esqueleto.
Como enfermedades locales más significativas citaremos, a nivel de mano, la de «dedo
muerto», que puede aparecer después de 1 o 2 años trabajando y sólo en la zona
afectada; a nivel de carpo, la enfermedad de Kienbock o necrosis semilunar, que aunque
rara, puede ocasionar la impotencia de la mano, con dolor en el carpo y a distancia
podrían presentarse lesiones musculares, nerviosas u osteoarticulares, como la enfermedad
de Lóriga propia de los trabajadores que emplean herramientas de aire comprimido, donde
se producen vibraciones de alta frecuencia.
Recordemos que las radiaciones ionizantes pueden ser de dos tipos, electromagnéticas (Rayos X y g) o corpusculares (Rayos a y b), emanadas de la desintegración atómica de sustancias radiactivas naturales o artificiales.
La irradiación puede ser:
a) Natural: Proviene de rayos
cósmicos, radiación terrestre procedente de sustancias radiactivas existentes en la
corteza terrestre y radiación interna procedente de radioelementos inhalados e
incorporados al organismo, como el potasio 40, el radio o el radón.
Su valor suele ser de 130 milirems/año por término medio.
b) Artificial: Proviene de la
contaminación del medio ambiente por desechos radiactivos, sedimentación de polvos o
partículas radiactivas producidas por ingenios nucleares, exposición de trabajadores
(radiólogos, mineros de uranio y torio, personal de centrales nucleares, etc.), usos
médicos de las radiaciones para diagnóstico y tratamiento de enfermedades o del
funcionamiento de ciertos aparatos emisores de radiaciones.
La exposición a radiaciones puede dar lugar a efectos locales en la piel según la dosis
(cataratas, esterilidad, radioepidermitis, depilación transitoria, etc.) o generales,
como alteraciones sanguíneas, anemia aplástica, leucemias, necrosis ósea, cáncer, etc.
El oído humano es capaz de percibir sonidos comprendidos entre 20 y 20.000 Hz (por
debajo de 20 Hz los sonidos se denominan infrasonidos y por encima de 20.000 Hz
ultrasonidos), apareciendo la fatiga normalmente a frecuencias superiores a 2.000 Hz y la
máxima fatiga para la frecuencia de 4.000 Hz.
Básicamente el mecanismo de la audición se produce cuando las ondas sonoras procedentes
del exterior mediante la vibración de la membrana del tímpano se transmiten por la
cadena de huesecillos, originando vibraciones que cambian su intensidad y frecuencia
según las características del sonido para transmitirse por las vías nerviosas al
cerebro.
La acción de un ruido intenso sobre el organismo humano se puede manifestar de varias
formas, bien por acción refleja o por repercusión sobre el psiquismo de la persona.
Entre las acciones del ruido intenso sobre el organismo humano
destacan:
Acción sobre el aparato circulatorio (aumento de la presión sanguínea y de la
actividad cardíaca, vasoconstricción periférica, etc.).
Acción sobre el metabolismo, acelerándolo.
Acción sobre el aparato muscular, aumentando la tensión.
Acción sobre el aparato digestivo, inhibiendo dichos órganos.
Estos fenómenos son pasajeros, se producen espontáneamente y son independientes de la
sensación de desagrado.
En el orden psicológico el ruido es la causa en muchos casos de
desagrado y de molestia.
El desagrado es más fuerte cuando los ruidos son intensos y de alta frecuencia.
Los ruidos discontinuos, inesperados, molestan más que los ruidos continuos o
habituales.
El tipo de actividad desarrollada por la persona influye en el desagrado.
Cuando el ruido, en función de la intensidad y el tiempo, actúa sobre el oído, llega a
producir un trauma sonoro irreversible por una lesión irreversible del órgano de Corti.
Para llegar a este estado han de darse determinadas circunstancias, bien un traumatismo
lento, por actuar el ruido intenso sobre el oído y lesionar la célula sensorial, o bien
un accidente agudo intenso que puede dar lugar a una deformación o lesión de la membrana
basilar.
El oído se comporta de tal forma que para sonidos y ruidos de pequeñas frecuencias el
medio de transmisión actúa como amortiguador de la intensidad, mientras que para los
sonidos y ruidos de frecuencia elevada (agudos) la transmisión no efectúa el
amortiguamiento, por lo que son transmitidos en sus valores reales; por ello podemos decir
que el oído se comporta a bajas frecuencias como un poco sordo, mientras que a
frecuencias más elevadas actúa en toda su plenitud.
La exposición del oído a un ruido intenso suele provocar una disminución en la
capacidad auditiva de éste, que puede ser temporal o permanente.
La pérdida temporal de la capacidad auditiva también llamada fatiga auditiva consiste en una
disminución de la sensibilidad auditiva, que se presenta después de una exposición
corta a un ruido intenso y que desaparece al cabo de unos minutos de permanecer en un
ambiente no ruidoso.
Cuando la exposición al ruido intenso es diaria y se prolonga durante mucho tiempo, la
recuperación de la sensibilidad auditiva puede ser sólo parcial y a medida que el
proceso avanza se producen disminuciones de la sensibilidad en la banda conversacional y
del sordo profesional se pasa al sordo social.
Los factores que poseen una mayor influencia en el desarrollo de
la sordera causada por la exposición del ruido son:
Intensidad del ruido.
Frecuencias.
Tiempo de exposición.
Susceptibilidad del individuo.
Según Wisner la evolución clínica de la sordera por trauma sonoro, conocida antiguamente como sordera de los caldereros tiene lugar en tres fases:
a) Fase audiométrica: El oído
comienza a perder sensibilidad especialmente entre los 3.000 y 6.000 Hz, sin que el
interesado lo advierta.
b) Fase de instalación: Las deficiencias se agravan en las
frecuencias comprendidas entre 400 y 4.000 Hz (intervalo de la voz humana), oyendo con
dificultad.
c) Fase de enfermedad: Ya no se percibe la voz humana y
además oye ruidos inexistentes. A partir de esta fase la enfermedad es irreversible.
Todos los trabajos expuestos a la acción de rayos X o de las sustancias radiactivas
naturales o artificiales o a cualquier fuente de emisión corpuscular, y especialmente:
Trabajos de extracción y tratamiento de minerales radiactivos.
Fabricación de aparatos de rayos X y radioterapia.
Fabricación de productos químicos y farmacéuticos radiactivos.
Empleo de sustancias radiactivas y rayos X en los laboratorios de investigación.
Fabricación y aplicación de productos luminosos con sustancias radiactivas en pinturas
de esferas de relojería.
Trabajos industriales en que se utilicen rayos X y materiales radiactivos, medidas de
espesor y de desgaste.
Trabajos en las consultas de radiodiagnóstico, de radio y radiumterapia y de aplicación
de isótopos, radiactivos, en consultas, clínicas, sanatorios, residencias y hospitales.
Conservación de alimentos.
Reactores de investigación y de producción de energía.
Instalaciones de producción y tratamiento de radioelementos.
Fábrica de enriquecimiento de combustibles.
Instalaciones de tratamiento y almacenamiento de residuos radiactivos.
Transporte de materias radiactivas.
Trabajos con cristal incandescente, masas y superficies incandescentes, en fundiciones, acerías, etc., así como en fábricas de carburos.
Trabajos que expongan a ruidos continuos de nivel sonoro equivalente o superior a 80
decibelios A, durante ocho horas diarias o cuarenta horas semanales y especialmente:
Trabajos de calderería.
Trabajos de estampado, embutido, remachado y martillado de metales.
Trabajos en telares de lanzadera batiente.
Trabajos de control y puesta a punto de motores de aviación, reactores o de pistón.
Trabajos con martillos y perforadores neumáticos en minas, túneles y galerías
subterráneas.
Trabajos en salas de máquinas de navíos.
Tráfico aéreo (personal de tierra, mecánicos y personal de navegación, de aviones a
reacción, etc.).
Talado y corte de árboles con sierras portátiles.
Salas de recreación (discotecas, etc.).
Trabajos de obras públicas (rutas, construcciones, etc.), efectuados con máquinas
ruidosas como las bulldozers, excavadora, palas mecánicas, etc.
Motores Diesel, en particular en las dragas y los vehículos de transportes de ruta,
ferroviarios y marítimos.
Trabajos subacuáticos en cajón, con escafandra y con o sin aparato respirador
individual.
Intervenciones en medio hiperbaro.
Fracaso de los sistemas de presurización durante vuelos de gran altitud.
Trabajos con herramientas portátiles y máquinas fijas para machacar, perforar,
remachar, apisonar, martillar, apuntalar, prensar, trocear, etc. que produzcan
vibraciones.
Trabajos con máquinas de construcción, agrícolas, viales, etc., que produzcan
vibraciones.
6. a) Enfermedades de las
bolsas serosas debido a la presión, celulitits subcutánea.
Bursitis prerrotuliana del trabajador arrodillado en minas, en la construcción, servicio
doméstico, colocadores de parquet y baldosas, jardineros, talladores y pulidores de
piedras, trabajadores agrícolas, etc.
Bursitis glútea del minero.
Bursitis de la fascia anterior al muslo de zapatero.
Bursitis retrocalcánea del minero.
Bursitis maleolar externa del sastre.
Bursitis preesternal del carpintero.
Bursitis de la apófisis espinosa de C-7 y subacromio, deltoidea del minero.
6. b) Enfermedades por
fatiga de las vainas tendinosas, de los tejidos peritendinosos, de las
inserciones musculares y tendinosas.
Tenosivitis de los mozos de restaurante, cajeras, costureras, dactilógrafos,
mecanógrafas, lavanderas, etc.
Periostitis de los chapistas, herreros, caldereros, albañiles, canteros, etc.
6. c) Lesiones del menisco
en las minas y trabajos subterráneos.
Trabajos de minería, de galerías, túneles, etc.
6. d) Arrancamiento por fatiga de las apófisis espinosa.
Trabajo de apaleo o de manipulación de cargas pesadas.
6. e) Parálisis
de los nervios debidos a la presión.
Parálisis del nervio cubital o del mediano por: manipulación de herramientas mecánicas,
trabajos con apoyos sobre los codos o que entrañen una comprensión de la muñeca o palma
de la mano (ordeño de vacas, grabado, talla y pulido de vidrio, burilado, trabajo de
zapatería). Trabajos de los leñadores, de los herreros, peleteros, deportistas
(lanzadores de martillo, disco y jabalina). Trabajos que expongan a una extensión
prolongada de la muñeca entrañando un síndrome del canal carpiano (lavanderas,
cortadores de tejidos y de material plástico, etc.). Trabajos en central telefónica.
Parálisis de los nervios del serrato mayor, angular, romboides, circunflejo, por la carga
repetida sobre la espalda de objetos pesados y rígidos (mudadores, cargadores de bolsas y
descargadores, etc.).
Parálisis del nervio ciático poplíteo externo por posición prolongada en cuclillas
(empedradores, asfaltadores, horticultores, vendedores de zapatos, etc.).
Parálisis del nervio ciático poplíteo interno, tibial posterior, plantar interno por
trabajos efectuados en posición arrodillada con apoyo de los talones (empedradores,
soladores, jardineros, etc.).
Parálisis del nervio radial por trabajos que entrañen contracción repetida del músculo
supinador largo (conductores de automóviles, etc.).
7. Nistagmus de los
mineros.
Trabajos en fondo de minas.
La acción de los contaminantes químicos puede dar lugar a efectos tóxicos, nosoconiónicos, cancerígenos, alérgicos, sensoriales, etc.
7.1 Enfermedades
producidas por polvos
Son enfermedades producidas por contaminantes en forma de polvo y denominadas como «nosoconiosis».
Según el órgano afectado reciben nombres específicos:
Neumoconiosis: afecta a los pulmones.
Dermaconiosis: afecta a la piel.
Rinoconiosis: afecta a la nariz.
Osteoconiosis: afecta a los huesos.
Oftaconiosis: afecta a los ojos, etc.
Siendo las más importantes las neumoconiosis, las cuales pueden ser producidas por polvo de origen mineral, vegetal o animal.
El término neumoconiosis, neumo = aire y conios = polvo, nos permite definir las
neumoconiosis como enfermedades, casi siempre profesionales, producidas por la inhalación
y depósito de polvo en los pulmones.
Según su naturaleza, los polvos pueden ser orgánicos o inorgánicos.
Entre los factores que intervienen en las neumoconiosis se encuentran:
Naturaleza química del polvo (silicosis, antracosis, etc.)
Tamaño de las partículas (las partículas comprendidas entre 0,5 y 5 µm son las
que con preferencia quedan retenidas en los alvéolos pulmonares).
Concentración del contaminante
Tiempo de exposición
Sensibilidad individual
7.1.2 TIPOS DE NEUMOCONIOSIS
Según el tipo de polvo podemos clasificar las nenmoconiosis en inorgánicas y orgánicas.
Las neumoconiosis inorgánicas, pueden clasificarse a su vez en neumoconiosis «malignas»
(silicosis, silicatosis, berilosis, aluminosis, neumoconiosis metálica metal duro o
widia, etc.) y neumoconiosis «benignas» (antracosis, siderosis, baritosis,
grafitosis, calicosis, etc.).
Dentro del grupo de las neumoconiosis orgánicas podemos citar la bisinosis (algodón,
lino), cannabosis (cáñamo), bagazosis (caña de azúcar), etc.
Silicosis:
Es una neumoconiosis inorgánica maligna, producida por la inhalación y depósito de
polvo de sílice (SiO2) en los pulmones. Su curso es irreversible, progresivo y fatal. Es
la más importante de las neumoconiosis.
Se presenta en trabajos relacionados con la corteza terrestre: industrias extractivas
(minas y canteras) e industrias no extractivas (construcción y obras públicas
túneles, embalses, etc.) y en trabajos relacionados con materiales
procedentes de la corteza terrestre (talla y labrado de piedra, industrias
siderometalúrgicas, fabricación de abrasivos, vidrios, refractarios o cemento, industria
cerámica, molienda de minerales, etc.).
La silicosis se produce al llegar el polvo de sílice a los pulmones, reaccionando con los
tejidos en un proceso progresivo de fibrosis y endurecimiento que dificulta el trabajo de
los pulmones. Este proceso continúa incluso después de haber sido separado el trabajador
del ambiente pulvígeno.
Silicatosis: Es una neumoconiosis producida por la inhalación del polvo de las sales del ácido silícico: asbestos, talco, mica, caolín, etc. La más importante es la asbestosis producida por el amianto, bien en forma de crisotilo, crosidolita, etc., o asbesto comercial mezcla de diferentes tipos.
Antracosis: Es una neumoconiosis benigna producida por el depósito de carbón en los pulmones, habitual en poblaciones urbanas, ya que no es la enfermedad de los mineros de carbón.
Siderosis:
Es una enfermedad benigna producida por la inhalación de óxido de hierro que tiende a
desaparecer al cesar la exposición.
Se presenta en los pulidores de plata, soldadores de arco eléctrico y mineros de
hematita.
Neumoconiosis orgánicas: Son provocadas por la inhalación de polvo orgánico, animal o vegetal y se deben fundamentalmente a fenómenos de hipersensibilidad a nivel traqueobronquial o alveolar.
Dentro de este grupo se encuentran las enfermedades producidas por hidrocarburos,
derivados halogenados, alcoholes, éteres, cetonas, ácidos orgánicos, aldéhidos,
benceno, tolueno, xileno, naftaleno, aminas, poliuretanos, etc.
Dentro de este grupo se encuentran como más importantes las producidas por benceno
(benzolismo), tolueno y tricloroetileno.
De ellas, quizás la más importante sea el benzolismo ya que el benceno tiene grandes
aplicaciones en la industria como disolvente. Esta enfermedad se produce tanto por la
manipulación del producto en estado puro, como por la de aquellas mezclas de disolventes
o productos de destilación que lo contengan en proporción elevada. El Convenio 136 de la
OIT (Convenio sobre el Benceno, 1971), hace referencia al benceno para designar al
hidrocarburo propiamente dicho, y a los productos que contengan benceno, entendiendo por
ellos los que contienen un porcentaje en volumen superior al 1%.
Este mismo Convenio establece la obligatoriedad de sustituir el benceno y los productos
que lo contengan por otros menos nocivos.
El benzolismo es una enfermedad grave producida por la inhalación de vapores que
penetrando por la vía respiratoria pasan a la sangre fijándose en la médula ósea,
cerebro, hígado, etc., produciendo intoxicación y originando anemia, hemorragias y en
ocasiones, de ser muy aguda, la muerte.
Dentro de este grupo se encuentran las enfermedades causadas por la extracción,
tratamiento, preparación, empleo y manipulación de metales y sus compuestos (plomo,
mercurio, cadmio, manganeso, cromo, níquel, berilio, talio, y vanadio) o de los
metaloides y sus compuestos (fósforo, arsénico, cloro, bromo, yodo, flúor, ácido
nítrico, óxido de azufre, ácido sulfúrico, amoníaco, ácido sulfídrico, anhídrido
sulfuroso, sulfuro de carbono, óxido de carbono, ácido cianhídrico, etc.).
Dentro de este grupo destacan por su importancia las enfermedades producidas por plomo
(saturnismo), mercurio y cromo y los metaloides fósforo y arsénico.
El saturnismo es provocado por la acción del plomo que actúa como tóxico bien en forma
simple o combinada como óxidos de plomo.
El Decreto citado llega a señalar hasta cuarenta y tres agentes químicos causantes de
enfermedades profesionales, señalando los tipos de industrias o actividades en las que se
pueden presentar.
Entenderemos por enfermedades originadas por contaminantes biológicos las que derivan del contacto de los trabajadores con vegetales, animales, sus productos y excretas en el curso del trabajo que pueden concretar en procesos infecciosos, tóxicos y alérgicos.
Las enfermedades producidas por agentes biológicos las podemos
agrupar en:
a) Enfermedades producidas por microorganismos que producen infecciones
b) Enfermedades producidas por microorganismos que se alojan parasitariamente en el
organismo.
Son enfermedades infecciosas que se transmiten de modo natural entre animales
vertebrados y el hombre.
Entre las principales enfermedades producidas por bacterias se encuentran el «tétanos»,
el «carbunco», la «brucelosis», la «tuberculosis», el «leptospirosis», el
«muermo», etc.
Carbunco: Esta enfermedad es transmitida por el contacto con animales enfermos o tierra en contacto con animales infectados, su vía de entrada es cutánea, respiratoria o digestiva, se presenta en los trabajadores relacionados con animales (pastores, matarifes, cardadores, etc.), presentando el aspecto de granos infectados.
Tétanos:
Se produce por el bacilo tetánico que se encuentra en la tierra abonada y en las heces de
los animales, penetrando en el organismo a través de heridas.
Se presenta preferentemente en las profesiones dedicadas a la crianza y transporte de
animales, siendo mortal de no encontrarse vacunado el afectado con suero antitetánico.
Leptospirosis: Se produce por contacto directo con animales, aguas estancadas que sirven de regadío, etc., transmitiéndose por vía cutánea y digestiva. Se presenta en matarifes, veterinarios, arroceros, poceros, mineros, etc.
Brucelosis:
Transmitida al hombre por animales domésticos (cabra, vaca, oveja, cerdo, etc.) por la
bacteria Brucella, se da con frecuencia en el medio rural y ciertas profesiones
(veterinarios, personal de laboratorio, pastores, etc.).
Se transmite por vía cutánea, aérea y digestiva.
En España es conocida como «Fiebre de Malta», y se adquiere por el contacto con
animales o a través de productos alimenticios como la leche y sus derivados.
Tuberculosis:
Producida por el bacilo de Kock, se transmite por vía respiratoria y cutánea,
presentándose en granjeros, personal sanitario, veterinarios, etc.
Entre las principales enfermedades producidas por virus se encuentran (hepatitis, SIDA,
etc.).
SIDA: es una enfermedad que se transmite por contacto con sangre, instrumental médico, hojas de afeitar, cepillos de dientes, etc., produciéndose la entrada a través de heridas o pinchazos, contacto con sangre procedentes de individuos enfermos y contacto sexual. Se presenta en personal sanitario fundamentalmente.
Hepatitis
viral: Es una enfermedad inflamatoria del hígado que puede evolucionar hacia la
curación completa o la hepatitis crónica o cirrosis. Se transmite por heridas, vía
aérea e igual que el SIDA.
Se da entre personal sanitario, enfermeros, médicos, aseos públicos, laboratorios,
lavandería, etc.
Otras enfermedades (rubeola, salmonelosis, etc.).
La más importante es el «paludismo», propia de zonas
pantanosas, enfermedad conocida desde la antigüedad y transmitida por el mosquito
Anopheles.
En España desapareció totalmente en 1963.
Sobre protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos.
Se entiende por agentes biológicos «los microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados, cultivos celulares y endoparásitos humanos, susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad».
La citada normativa los clasifica en:
Grupo 1: aquel que resulta poco probable que cause enfermedad
en el hombre.
Grupo 2: aquel que puede causar enfermedad en el hombre, y
puede suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco probable que se propague a la
colectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz.
Grupo 3: aquel que puede causar una enfermedad grave en el
hombre y presenta un serio peligro para los trabajadores, con riesgo de que se propague a
la colectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz.
Grupo 4: aquel que causando una enfermedad grave en el hombre
supone un serio peligro para los trabajadores, con muchas probabilidades de que se
propague a la colectividad y sin que exista generalmente una profilaxis o tratamiento
eficaz.
Incluyendo además una relación de los mismos (clasificados en grupos de riesgo y con
expresión de indicaciones adicionales) agrupados en: bacterias y afines, virus,
parásitos y hongos. Así como las obligaciones del empresario en materia de
identificación y evaluación de riesgos, medidas higiénicas, vigilancia de la salud,
documentación, información y formación de los trabajadores, etc.
1. Distrofia
incluyendo la ulceración de la córnea por gases, vapores, polvos y líquidos.
Trabajos en los que se produzcan polvos, líquidos, gases o vapores capaces de producir
distrofia de la córnea.
2. Carcinoma primitivo de bronquio o pulmón por asbesto.
Mesotelioma pleural y mesotelioma peritoneal
debidos a la misma causa.
Trabajos expuestos a la inhalación de polvos de amianto (asbesto).
3. Carcinoma de la membrana mucosa de la
nariz, senos nasales, bronquio o pulmón adquirido en industrias donde se fabrica o
manipula níquel.
Trabajos en industrias donde se produce níquel por descomposición de un compuesto
gaseoso de níquel.
4. Angiosarcoma
hepático causado por el cloruro de vinilo.
Fabricación o transformación del cloruro de vinilo.
5. Cáncer del sistema hematopoyético
causado por el benceno.
Fabricación, manipulación o empleo del benceno.
6. Carcinoma de piel, bronquio, pulmón o
hígado causado por el arsénico.
Trabajos con exposición al arsénico.
7. Neoplasia primaria del tejido epitelial de la vejiga urinaria, pelvis renal o uréter.
Fabricación, elaboración, manipulación o empleo de: Alfanaftilamina
o betanaftilamina.
Difenilo con sustitución por un grupo amino primario o por un grupo nitro y un grupo
amino primario.
Cualquiera de las sustancias del punto anterior en que haya sustitución ulterior de un
anillo por grupos halógenos, metil o metoxi.
Las sales de cualquiera de las sustancias mencionadas en los dos párrafos anteriores.
Auramina o magenta. Bencidina.
8. Cáncer de piel, pulmón, hueso y médula
ósea por radiaciones ionizantes.
Todas las actividades mencionadas en el punto E.1 de esta lista.
9. Carcinoma de la mucosa nasal, senos nasales, laringe, bronquio o pulmón causado por el
cromo.
Todas las actividades mencionadas en el punto A.5 de esta lista.
Son consecuencia de la automatización, división del trabajo y especialización en
tareas simples y repetitivas, que conducen a la deshumanización del trabajo, monotonía y
falta de interés en el trabajador que pueden llegar a degenerar en problemas psíquicos.
Los factores sociales tales como, salarios, organización del trabajo, promoción, mando,
etc., propios de nuestro tiempo, pueden terminar produciendo enfermedad en el trabajador,
al sufrir psicosis, depresiones, neurastemias, etc.
Como norma general de actuación frente a los riesgos de contaminantes químicos,
físicos y biológicos desde el punto de vista de la Medicina del Trabajo podemos
señalar:
Detección de las situaciones de riesgo que afecten a los distintos colectivos que
pueden causar enfermedades profesionales.
Información sobre los riesgos que entraña su trabajo.
Gestión de los recursos necesarios para aplicar los correspondientes protocolos
con los responsables correspondientes.
Aplicación de los protocolos específicos a través de los exámenes de salud
laboral, campañas, etc.