En latín, "detergere" se traduce por
"limpiar". El nombre de "detergente" se emplea tanto para los antiguos
jabones hechos de grasas naturales como para los actuales compuestos sintéticos. Estos
compuestos, tienen la ventaja de no formar espuma con algunas sales de las aguas duras.
Suelen contener aditivos llamados "regenerantes" para mejorar su acción
limpiadora.
Según los países, se exige además que sean biodegradables (degradación por bacterias)
para evitar la contaminación del agua.
Se usan con fines de limpieza, tanto industrial como doméstica, y además en diferentes
procesos industriales de: fabricación de cuero, industria textil, de pasta y papel,
química, de aceites, farmacéutica, cosmética, en aplicación de pesticidas, en la lucha
contra-incendios (agentes espumantes), ...
RIESGOS
En general, aporta riesgos de intoxicación en caso de ingestión accidental, y de
alergias en la piel por el contacto. Pero en su fabricación, participan riesgos
particulares:
- Exposición a productos químicos: ácido sulfúrico y disulfúrico, cloruro de
sulfurilo, sosa cáustica, hidróxido de potasio (en procesos de sulfonación y
sulfatación), fluoruro de hidrógeno (como catalizador en el proceso de alkilación),...
- Exposición a polvo ambiental (a pesar de los procesos automatizados): causa de
enfermedades respiratorias, sobre todo del tipo de irritaciones alérgicas como rinitis,
laringitis, bronquitis crónica, o asma, ... que están relacionadas con la presencia de
enzimas proteasas en el polvo (por ejemplo de subtisilina con un TLV de 0,06 microgramos /
m3), y que además causan sensibilidad cruzada con otros enzimas (por ejemplo ante la
exposición a varios detergentes).
Es importante una buena ventilación por extracción del aire para eliminar el polvo
ambiental.
- Irritaciones y alergias en piel, que generalmente son causadas por alguno o varios
aditivos del detergente (por ejemplo: la asociación del perfume causa alergia por acción
sinérgica y sin perfume, no surgen lesiones).
PREVENCIÓN
- Emergencias:
* En caso de ingestión accidental: administrar algún preparado a base de carbón
medicinal o de hidróxido de aluminio, mientras se transporta a asistencia médica, y se
contacta con el centro de información toxicológica para recurrir al tratamiento
específico.
(Nota: previo al lavado de estómago, conviene administrar aceite de silicona o parafina
líquida, ... para evitar que se hagan espumas.)
* Las lesiones en piel causadas por los productos químicos, dependerán de la sustancia
en cuestión, pero en toso caso deben proveerse de instalaciones para lavado de
emergencia, El tratamiento posterior seguirá los procederes habituales.
- Control médico: sobre todo en lo referente a problemas respiratorios o de la piel, con
especial atención en la detección de alergias.