Existen básicamente dos tipos: I y II, que se diferencian en cuanto al pronóstico y tratamiento.
En todo caso se usa el tratamiento mediante cámara de descompresión.
Tipo I:
Tipo II:
Necrosis ósea aséptica (osteonecrosis disbárica):
Es una lesión característica de trabajos con aire comprimido o de buceo (incluso tras una compresión/descompresión buena).
Se trata de muerte de zonas óseas (del humero, fémur, tibia, ...) que puede afectar hasta a la cuarta parte de las personas, y aunque la mayoría de los casos no dan síntomas, en algún caso, puede ser destructiva e incapacitante. Se diagnostica por rayos X, y no se ve hasta después de unos tres meses de haberse producido la muerte ósea.
Cuando se detecta, aunque no dé síntomas, está recomendado interrumpir el trabajo con aire comprimido o de buceo.
- Por exposición a altas presiones de gas durante horas (por ejemplo en trabajos en túneles o cajones de aire comprimido, o de buceo,...).
Influye: la profundidad a la que se trabaja, el tiempo, el ritmo de descompresión y otros factores (edad, obesidad, temperatura ambiente, ...).
La causa es la formación de burbujas de gas (nitrógeno) que se emiten desde la sangre a los tejidos del organismo en el momento de la descompresión, afectando al sistema nervioso central, con su correspondiente sintomatología, además del deterioro del aporte sanguíneo al hueso (una de las causas de la necrosis citada).
CÁMARA DE EMERGENCIAS: tratamiento en la cámara (se coloca el paciente primero a presión, que se va reduciendo progresivamente según lo indican unas tablas).
La reducción de la presión puede seguirse según las tablas de tratamiento del MANUAL DE BUCEO de la Marina de los Estado Unidos, o de forma empírica, ... etc. Y también puede ayudar la inhalación de oxígeno a baja presión.
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