Aludes:
Los aludes son masas de nieve que se deslizan por la falda de las montañas con gran rapidez, causando grandes daños. Pueden ser en forma de lajas, o en forma de nieve suelta. Los factores que producen un alud pueden ser: una nevada, el tipo de estructura de las capas de nieve (examinada por expertos), el aumento de viento y/o la subida de la temperatura, y las características de la ladera (la inclinación: una superficie de suelo muy lisa y la presencia de laderas convexas aumentan el peligro).
Glaciares:
Cuando el morro de un glaciar termina en una ladera empinada, el movimiento de glaciar puede constituir un peligro para los trabajadores/as de esa zona. Se debe establecer la protección mediante un sistema de alarma con estructuras de defensa pasiva, como por ejemplo las redes alrededor del área de trabajo. Los accidentes pueden ser por los aludes de hielo o por desbordamiento del glaciar. Esto de debe a que a menudo forman presas naturales formando un lago que se vacía periódicamente, inundando la región que rodea.
- Se debe tomar documentación sobre el área y los aludes ocurridos hasta la fecha.
- Evitar la acumulación de capas espesas de nieve, limpiar la zona a interrumpir el tráfico.
- Puede diseñarse protección:
. pasiva: construir túneles, tejados, cuñas para desviar la nieve, atenuar la aceleración, barreras...
. activa: modificar la superficie del suelo con repoblación forestal o construcción de soportes y terrazas...
(construir defensas antiavalanchas)
La única medida de seguridad es vaciar el lago cuando se observa que alcanza un nivel peligroso, tarea que debe ser encomendada a especialistas para ser realizada con la mayores precauciones.