Además de la regulación legal de las relaciones laborales, se recurre a la negociación colectiva mediante representantes para favorecer la unidad de mercado (costes similares de mano de obra) y reducir la conflictividad y judicialización de la relación laboral.
Los trabajadores eligen a sus representantes en la empresa entre los candidatos presentados por los sindicatos.
Estos sindicatos, en función de la representatividad obtenida en las elecciones negocian en los ámbitos sectoriales y territoriales llegando a firmar convenios colectivos.
El desacuerdo puede dar lugar a distintas formas de conflicto colectivo, cuyo desarrollo y resolución también están regulados.