(París 1840-íd. 1902) Escritor francés. Hijo de Émilie Aubert y de

Francesco Zola, a los siete años de edad quedó huérfano de padre y

su familia estuvo sumida en una precaria situación económica. Cursó

el bachillerato en el Lycée Saint-Louis y, posteriormente, buscó

trabajo sin éxito durante algún tiempo para ayudar a la subsistencia

de su madre. En 1862 consiguió introducirse en el departamento de

ventas de la Editorial Hachette, donde nació su interés por la poesía.

Presentó al editor dos poemas épicos, pero le recomendaron que se

dedicase a escribir cuentos, género que estaba en pleno auge en

Creador del naturalismo literario, abogó por proporcionar una visión

global de los aspectos psicológicos y fisiológicos de los seres

humanos, apoyándose en fuentes realistas. En 1864 publicó su

primera obra, «Cuentos para Ninon», y sólo un año después apareció

«La confesión de Claude» (1865), novela autobiográfica que le causó

problemas con la policía por tratar temas delictivos. En 1867 vio la

luz una de sus novelas más conocidas y leídas, «Thérèse Raquin»,

de carácter puramente naturalista.

Un año después contrajo matrimonio con Gabrielle Elèonore

Alexandrine Meley, pero fue su amante, Jeanne Rozerot, la que le

dio dos hijos. Ese mismo año se libró de participar en la guerra

franco-prusiana, aduciendo que tenía a su cargo el cuidado de su

madre, viuda, y de su esposa, e inició la redacción de su famosa

saga de «Los Rougon Macquart», compuesta por una veintena de

novelas, las más famosas de las cuales fueron «Nana» (1880),

«Germinal» (1885), «La tierra» (1887) y «La débâcle» (1892). En la

década de 1880, Zola se vio inmerso en el famoso caso Dreyfus

sobre el que publicó, en el periódico «L'Aurore», su famoso

manifiesto «J'accuse», en el que denunciaba el complot antisemita

en contra del oficial judío y por cuya causa tuvo que exiliarse en

Inglaterra durante un corto período, hasta la reapertura del caso.

Murió en 1902, asfixiado en su habitación.