(Valencia, 1867-Menton, Francia, 1928) Escritor y periodista español.

Durante los primeros decenios del siglo fue el novelista español más

universal. Dotado de una espléndida imaginación, narrador ágil y de

buen estilo, tenía de la literatura un concepto románticamente social

que luego derivó hacia un marcado carácter mercantilista de lo que

hoy se llamaría best seller. Fue un triunfador incluso más allá de su

época, pues sus obras se siguieron vendiendo y representando en

teatro y cine.

En diciembre de 1883, convencido de que Valencia no ofrecía

horizontes para sus sueños de escritor, escapó a Madrid, donde

intentó en vano colocarse en un periódico y donde trabajó en calidad

de «negro» para el folletinista Manuel Fernández y González. No

tardó en regresar a Valencia y, tras crear el periódico «El Pueblo»,

en el que dio rienda suelta a sus ideas republicanas, inició el ciclo de

las novelas de ambiente rural valenciano, para muchos sus obras

más logradas: «Arroz y tartana» (1894), «Flor de mayo» (1896), «La

barraca» (1898), «Entre naranjos» (1900), «Cañas y barro» (1902).

Abandonó el tema naturalista y social al estilo de Zola y publicó

«Sónnica la cortesana» (1901), la anticlerical «La catedral» (1903),

«El intruso» (1904) y «La horda» (1905). El mismo año en que

Francia le concedió la «Legión de Honor» (1906), con el grado de

comendador, se publicó su novela psicológica «La maja desnuda», a

la que siguieron «Sangre y arena» (1908) y «Los argonautas»

(1914). Establecido en París, escribió «Los cuatro jinetes del

Apocalipsis», que al aparecer, en 1916, le proporcionaría riqueza y

fama mundial; también atrajo la atención de los productores de

Hollywood, y de ella se hicieron varias versiones. En 1917 entregó a

la imprenta «Mare Nostrum». Luego, tras recibir en 1919 el título de

doctor honoris causa por la Universidad George Washington, entre

1925 y 1927 publicó «El Papa del mar», «A los pies de Venus», «En

busca del Gran Kan» y «El caballero de la Virgen». Un día antes de

cumplir los sesenta y un años, el 28 de enero de 1928, Blasco Ibáñez

falleció en su finca de Fontana Rosa.