E 400 Acido
algínico
El ácido algínico se obtiene a partir de diferentes tipos de algas (Macrocrystis,
Fucus, Laminaria, etc.) extrayéndolo con carbonato sódico y precipitándolo mediante
tratamiento con ácido.
Los geles que forman los alginatos son de tipo químico, y no son reversibles al
calentarlos.
Los geles se forman en presencia de calcio, que debe añadirse de forma controlada para
lograr la formación de asociaciones moleculares ordenadas.
Esta propiedad hace a los alginatos únicos entre todos los agentes gelificantes, y muy
útiles para la fabricación de piezas preformadas con aspecto de gambas, trozos de fruta,
rodajas de cebolla o manzana, etc.
Se pueden utilizar en España en conservas vegetales y mermeladas, en confitería,
repostería y elaboración de galletas y en nata montada y helados.
También se utiliza en la elaboración de fiambres, patés, sopas deshidratadas, para
mantener en suspensión la pulpa de frutas en los néctares y en las bebidas refrescantes
que la contienen, en salsas y como estabilizante de la espuma de la cerveza.
El E-405 no está autorizado en muchas de estas aplicaciones No se absorbe en el tubo
digestivo, y tampoco se ve muy afectado por la flora bacteriana presente.
Se ha acusado a los alginatos, así como a otros gelificantes, de disminuir la absorción
de ciertos nutrientes, especialmente metales esenciales para el organismo como hierro o
calcio.
Esto solo es cierto a concentraciones de alginato mayores del 4%, no utilizadas nunca en
un alimento.
Los alginatos no producen, que se sepa, ningún otro efecto potencialmente perjudicial.
E 401 Alginato sódico
E 402 Alginato potásico
E 403 Alginato amónico
E 404 Alginato cálcico
E 405 Alginato de propilenglicol
E 406 Agar-agar
El agar se extrae con agua hirviendo de varios tipos de
algas rojas, entre ellas las del género Gellidium.
El nombre procede del término malayo que designa las algas secas, utilizadas en Oriente
desde hace muchos siglos en la elaboración de alimentos.
A concentraciones del 1-2% forma geles firmes y rígidos, reversibles al calentarlos, pero
con una característica peculiar, su gran histéresis térmica.
Esta palabra designa la peculiaridad de que exista una gran diferencia entre el punto de
fusión del gel (más de 85 º
C) y el de su solidificación posterior (según el tipo, menos de 40 ºC).
En España está autorizado su uso en repostería y en la fabricación de conservas
vegetales, en derivados cárnicos, en la cuajada, helados y para formar la cobertura de
conservas y semiconservas de pescado, así como en sopas, salsas y mazapanes.
Teniendo en cuenta que es el más caro de todos los gelificantes, unas 20 veces más que
el almidón, que es el más barato, se utiliza relativamente poco.
E 407 Carragenanos
Los carragenanos son una familia de substancias químicamente
parecidas que se encuentran mezcladas en el producto comercial.
Tres de ellas son las mas abundantes, difiriendo, además de en detalles de su estructura,
en su proporción en las diferentes materias primas y en su capacidad de formación de
geles.
Se obtienen de varios tipos de algas (Gigartina, Chondrus, Furcellaria y otras), usadas ya
como tales para fabricar postres lácteos en Irlanda desde hace más de 600 años.
Los denominados furceleranos (antes con el número E-408) son prácticamente idénticos, y
desde 1978 se han agrupado con los carragenanos, eliminando su número de identificación.
Los carragenanos tiene carácter ácido, al tener grupos sulfato unidos a la cadena de
azúcar, y se utilizan sobre todo como sales de sodio, potasio, calcio o amonio.
Forman geles térmicamente reversibles, y es necesario disolverlos en caliente.
Algunas de las formas resisten la congelación, pero se degradan a alta temperatura en
medio ácido.
Los carragenanos son muy utilizados en la elaboración de postres lácteos, ya que
interaccionan muy favorablemente con las proteínas de la leche.
A partir de una concentración del 0,025% los carragenanos estabilizan suspensiones y a
partir del 0,15% proporcionan ya texturas sólidas.
En España está autorizado su uso en derivados lácteos, conservas vegetales, para dar
cuerpo a sopas y salsas, en la cerveza, como cobertura de derivados cárnicos y de
pescados enlatados, etc.
Estabiliza la suspensión de pulpa de frutas en las bebidas derivadas de ellas.
Se utiliza a veces mezclado con otros gelificantes, especialmente con la goma de algarroba
(E- 410).
La seguridad para la salud del consumidor en la utilización de los carragenanos como
aditivos alimentarios ha sido cuestionada desde hace bastantes años.
Cantidades muy altas de esta substancia son capaces de inducir la aparición de úlceras
intestinales en el cobaya.
Sin embargo este hecho es privativo de este animal, y las úlceras no se producen ni en
otros animales ni en el hombre.
Más serio parece ser el efecto de lo que se conoce como carragenano degradado, producido
al romperse las cadenas de carragenano normal, del que se demostró en 1978 que a dosis
relativamente altas es capaz de producir alteraciones en el intestino de la rata que
pueden llegar hasta el cáncer colorrectal.
Además, parte de los fragmentos pueden absorberse, pasando a la circulación y siendo
captados y destruidos por los macrófagos, uno de los tipos de células especializadas del
sistema inmune.
Esta captación puede estar relacionada con ciertos trastornos inmunológicos observados
también en animales, así como en el mecanismo de afectación intestinal.
El carragenano degradado no se encuentra presente en proporciones significativas en el
carragenano usado en la industria, ya que al no ser capaz de formar geles no tiene
utilidad.
Su eventual presencia puede detectarse midiendo la viscosidad del que se va a utilizar
como materia prima en la industria.
Estas medidas, con niveles mínimos que debe superar el producto destinado a uso
alimentario, son requisitos legales en muchos países, incluidos los de la CE.
|
|