E 101
Riboflavina
La riboflavina es una vitamina del grupo B, concretamente la denominada B2.
Es la substancia que da color amarillo al suero de la leche, alimento que es la principal
fuente de aporte, junto con el hígado.
Industrialmente la riboflavina se obtiene por síntesis química o por métodos
biotecnológicos.
Como colorante tiene la ventaja de ser estable frente al calentamiento, y el inconveniente
de que, expuesta a la luz solar o a la procedente de tubos fluorescentes es capaz de
iniciar reacciones que alteran el aroma y el sabor de los alimentos.
Este efecto puede ser importante por ejemplo en la leche esterilizada envasada en botellas
de vidrio.
Este aditivo es relativamente poco utilizado.
Cuando se emplea como colorante no pueden hacerse indicaciones acerca del enriquecimiento
vitamínico en la publicidad del alimento.
En España se limita su uso en el yogur a 100 mg/kg y en las conservas de pescado a 200
mg/kg.
En otros productos no tiene limitación.
Aunque es una vitamina, y por tanto esencial para el organismo, su deficiencia no produce
una enfermedad específica, como en el caso de la deficiencia de otras vitaminas, sino
solamente una serie de alteraciones en la mucosa bucal que no suelen ser graves.
Las necesidades de riboflavina para una persona normal se sitúan en torno a los 2
mg/día.
Los estados carenciales, no graves, no son demasiado raros.
Al ser una vitamina hidrosoluble, un eventual exceso no se acumula, sino que se elimina
fácilmente y por tanto no resulta perjudicial.
Es relativamente poco soluble, lo que dificulta la absorción de dosis muy grandes.
En experimentos con animales, la riboflavina prácticamente carece de toxicidad.
La dosis diaria aceptable es de hasta 5 mg/Kg de peso.
E 102 Tartracina
Su uso está autorizado en más de sesenta países, incluyendo la CE y Estados Unidos.
Es un colorante amplísimamente utilizado, por ejemplo, en productos de repostería,
fabricación de galletas, de derivados cárnicos, sopas preparadas, conservas vegetales
helados y caramelos.
Para bebidas refrescantes, a las que confiere color de "limón".
A nivel anecdótico, la tartracina es el colorante del condimento para paellas utilizado
en sustitución del azafrán.
La tartracina es capaz de producir reacciones adversas en un pequeño porcentaje
(alrededor del 10%) de entre las personas alérgicas a la aspirina.
Estas personas deben examinar la etiqueta de los alimentos que pueden contener este
colorante antes de consumirlos.
El mecanismo de esta sensibilidad cruzada no es bien conocido, ya que no existe un
parentesco químico evidente entre ambas sustancias.
Se ha acusado a la tartracina de producir trastornos en el comportamiento de los niños,
acusación que se ha demostrado que es falsa.